Viaje veraniego al Palatinado, con breve estancia en el Hesse Renano

Tres días, cinco bodegas. Nunca un viaje tan breve estuvo tan bien aprovechado, gracias al buen hacer del importador Fritz Michael Wöhr (Vins Alemanys) y su mano derecha barcelonesa, Vinialia.com.

Salidos desde Girona dirección al aeropuerto de Karlsruhe-Baden, fueron tres días para romper tópicos y para certificar realidades. El Palatinado, sobretodo en su parte central, el Mittelhaardt (los macizos montañosos y boscosos de Haardt, continuidad de los Vosgos franceses, son el accidente geográfico que realmente influye en las mejores viñas de la región) es un verdadero jardín botánico, donde predomina un clima suave y benigno (nosotros tuvimos temperaturas entorno a los 28ºC, mientras en Getxo sacaban la canoa a pasear), y se dan las condiciones ideales, tanto por composición geológica como climatológica para elaborar magníficos Rieslings en su versión más seca. También dulces botrytizados, aunque el clima en los últimos años se está encargando de reducir cada vez más la acción de la podredumbre noble sobre la fruta (no así en la vendimia 2007, que lleva unos parámetros analíticos de elevadísima calidad, con niveles de acidez y azúcares que se salen).


Teniendo como base de operaciones las antiguas instalaciones de Dr. Bürklin-Wolf en Wachenheim, que muy gentilmente nos cedió la bodega, tuvimos la oportunidad de realizar verticales de algunos de los vinos en los mismos viñedos garcias a Gunther Hauck (Weingut Bassermann-Jordan), dar un salto al Rheinhessen para comer con la familia Wittmann, pasear por Idig con Steffen Christmann (Weingut Christmann) oliendo en el ambiente la rúcula salvaje que nace en el mismo viñedo, mientras una tormenta está a punto de caer sobre nosotros o asistir a una lección magistral de geología y viticultura junto a Hansjörg Rebholz (Weingut Ökonomierat Rebholz) en pleno Kastanienbusch. Come de plato aparte el trato que nos han dado las buenas gentes de Bürklin-Wolf, que ha rozado lo excelso (y eso que las demás bodegas se han portado de manera sublime con nosotros). Desde Bettina Bürklin, propietaria e impulsora del cambio que sufrió en los noventa la bodega, pasando por la afable Annette Siegrist (Manager Export), el divertido y extrovertido Tom Benns y el resto del equipo técnico de la bodega, que no han hecho sentr como en casa y a la vez, nos han trasmitido lo apasionante que puede llegar a ser la cultura del vino.

6 comentarios :

  1. Ya me había comentado Herr unas cuantas cosas sobre el viajecito, ahora las fotos no han hecho mas que reavivar una envidia bastante grande. Sin duda debió ser un viajecillo bien interesante. Si os habeis bebido todo eso que sale en las fotos... solo con lo de BW ya me conformaba!
    Muy chulas las fotos. Una curiosidad, ¿que madera se emplea para los toneles?
    Saludos

    Olaf

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  2. Olaf, beber, beber, no, pero probar, algunos vinos más seguro, ya que se han quedado algunas fotos en el tintero, como las de la vertical de Kirchenstück del mismo viñedo con Gunther o los Chardonnay 05 o Spätburgunder Siebeldingen Im Sonnenschein 97 de la cena con Hänsjog Rebholz.

    Sinceramente pese a que me pareció entender que solían ser de madera de roble centroeuropeo, no me atrevería a descartar algún uso de madera de acacia, castaño o cerezo. Lo que si nos dejaron claro es que nunca una cuba de madera nueva se empleaba para los mejores rieslings, ya que debía trabajar con vinos menores durante unas cuantas vendimias, hasta ser lo suficientemente neutras. Hänsjog Rebholz, por ejemplo no los emplea y prefiere el uso de tanques de acero inoxidable para sus mejores blancos.

    Fuder (1000 litros, antes 960 litros) o Stücks (1200 l.), doppelstück (2400 l.), Halbstück (600 l.) y Viertelstuck (300 l.) serían sus nombres según tamaño, aunque esta clasificación variaba según región, ya que eran medidas clasificatorias más utilizadas para vender el vino que para elaborarlo.

    Saludos.

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  3. Querido Víctor, cada vez que veo esa foto de grupo y pienso que, en otras circunstancias, podría haber estado también yo...
    En fin, que no siempre se puede hacer todo y solo deseo que en una próxima ocasión no tenga ni mudanzas ni obras ni pisos ni los mil jaleos que me han impedido moverme en esta ocasión.
    Leeremos con atención tus notas, pero las fotos ya dicen no poco...
    Un abrazo
    Joan

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  4. Lo primero es felicitar a Victor por esta magnífica introducción a lo que fué la viva reencarnación de Alicia en el país de las maravillas!

    Olaf, la madera que se utiliza, por lo general, es roble alemán. Siempre con un mínimo de 3 años de vejez para evitar precisamente el aporte de notas en la aromática del mismo. Te aseguro que algunos de los toneles que vimos (por ejemplo en Wittmann) yo creo que multiplicaban hasta por 30 esa mínima edad.

    En los próximos artículos la diversión está garantizada, fué increible!

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  5. Fantástica introducción de lo que supongo que habrá sido un viaje increíble por lo que se ve en las fotos. Me alegro que el disfrute haya sido máximo y leeremos salivando cual perro de Pavlov las siguientes entradas.

    Un saludo

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  6. Oye Herr, a ver si te acuerdas de la plebe de Madrid cuando vayáis a hacer un viajecito de estos, ein?

    Aunque yo soy más de Mosela o Nahe, lo cierto es que el viaje no ha tenido desperdicio y que seguro que ha sido impresionante. Estaremos atentos a las crónicas.

    Saludos,
    Eugenio.

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