Uf, ¿Quién podría resistirse? Recibido el newsletter del Monvínic, leí con fruición que estaban preparando una vertical de uno de los mejores Albariños, el Selección de Añada del Pazo de Señoráns desde el año 2004 hasta el 1997, ni más ni menos que dirigida por Marisol Bueno, propietaria junto a su marido Javier Mareque de la bodega, y poco menos que segundos tarde en apuntarme.
Una gozada el poder charlar con Marisol, cuyos vinos tienen su génesis en la compra de la finca de Vilanoviña durante el año 1979, dónde el matrimonio liberal (ella era profesora de biología y él médico) deciden establecerse en pleno valle del Salnés, dónde respirar ambiente rural, produciendo kiwis y vino.
Pero Marisol no tuvo simplemente la visión de un proyecto individual y familiar, sino que su tenacidad la llevó a pensar en una empresa de mayor profundidad, cuya influencia abarcara toda la comarca, impulsando el vino de Albariño. Este esfuerzo se explica con 21 años de presidencia del Consello Regulador do Viño Rías Baixas, quienes vieron recompensado su trabajo con la aprobación de la Denominación de Origen en el año 1988, nacida de la anterior Denominación específica Albariño que fechaba del año 1980.
Denominación de Origen Rías Baixas:
Es increíble conocer las cifras de esta Denominación de Origen, cuyo marco de plantación se configuraba originalmente en tres subzonas, formadas por las parroquias del Val do Salnés, Condado de Tea y O Rosal, ampliándose en 1996 con la subzona de Soutomaior y finalmente en el 2000, con la subzona de Ribeira do Ulla. Una D.O. que en el año 2008 presentaba cifras de 6577 viticultores, que se repartían 3646 hectáreas, vamos, minifundismo en estado puro. El número de bodegas ha ido aumentando de forma exponencial, creciendo de las 14 iniciales en el año 1988, a 201 veinte años después.
Marisol, cómo buena excargo representativa, nos introduce en el mundo Albariño con una visión muy maternal de la Denominación, que aún transpira un aire joven, aunque con el camino ya muy recorrido, pero situándose un peldaño por debajo de la madurez, sólo con un que por demostrar dentro del mercado mundial del vino, la longevidad de la Albariño. Y con la premisa de comprobarlo que nos encontrábamos, pero antes, unos breves sobre la bodega.
Una gozada el poder charlar con Marisol, cuyos vinos tienen su génesis en la compra de la finca de Vilanoviña durante el año 1979, dónde el matrimonio liberal (ella era profesora de biología y él médico) deciden establecerse en pleno valle del Salnés, dónde respirar ambiente rural, produciendo kiwis y vino.
Pero Marisol no tuvo simplemente la visión de un proyecto individual y familiar, sino que su tenacidad la llevó a pensar en una empresa de mayor profundidad, cuya influencia abarcara toda la comarca, impulsando el vino de Albariño. Este esfuerzo se explica con 21 años de presidencia del Consello Regulador do Viño Rías Baixas, quienes vieron recompensado su trabajo con la aprobación de la Denominación de Origen en el año 1988, nacida de la anterior Denominación específica Albariño que fechaba del año 1980.
Denominación de Origen Rías Baixas:
Es increíble conocer las cifras de esta Denominación de Origen, cuyo marco de plantación se configuraba originalmente en tres subzonas, formadas por las parroquias del Val do Salnés, Condado de Tea y O Rosal, ampliándose en 1996 con la subzona de Soutomaior y finalmente en el 2000, con la subzona de Ribeira do Ulla. Una D.O. que en el año 2008 presentaba cifras de 6577 viticultores, que se repartían 3646 hectáreas, vamos, minifundismo en estado puro. El número de bodegas ha ido aumentando de forma exponencial, creciendo de las 14 iniciales en el año 1988, a 201 veinte años después.
Marisol, cómo buena excargo representativa, nos introduce en el mundo Albariño con una visión muy maternal de la Denominación, que aún transpira un aire joven, aunque con el camino ya muy recorrido, pero situándose un peldaño por debajo de la madurez, sólo con un que por demostrar dentro del mercado mundial del vino, la longevidad de la Albariño. Y con la premisa de comprobarlo que nos encontrábamos, pero antes, unos breves sobre la bodega.
Pazo de Señoráns:
Una bodega que presenta como señas de identidad la modernidad y la asepsia, y cuyas 12,5 hectáreas de viñedos propios (que no están al 100% de producción) se ven completados con el fruto de 180 proveedores de uva, a quienes se les encamina en la búsqueda en unos criterios cualitativos determinados.
Viñedos emparrados y en espalderas, monovarietales de Albariños de suelos franco-arenosos graníticos, vinificados por Ana Quintela en acero de inoxidable, con la excepción de un nuevo vino, el Sol de Señorans 2006, fermentado en inox y criado con sus lías en barricas de roble caucásico y francés de 500 litros. El Pazo de Señoráns básico se cría en inoxidable, similar al Selección de Añadas, pero con la diferencia que el SA se mantiene durante unos 34 meses de media, junto a sus lías, y sin realizar la maloláctica. Pero entremos en la cata:
Viñedos emparrados y en espalderas, monovarietales de Albariños de suelos franco-arenosos graníticos, vinificados por Ana Quintela en acero de inoxidable, con la excepción de un nuevo vino, el Sol de Señorans 2006, fermentado en inox y criado con sus lías en barricas de roble caucásico y francés de 500 litros. El Pazo de Señoráns básico se cría en inoxidable, similar al Selección de Añadas, pero con la diferencia que el SA se mantiene durante unos 34 meses de media, junto a sus lías, y sin realizar la maloláctica. Pero entremos en la cata:
Sol de Señoráns 2006:
El nuevo vino de la bodega, cuyas 6000 botellas no proceden de uvas seleccionadas, pero que se han tratado con el mayor de los mimos, se presenta algo cohibido, con sensaciones marcadas de pipas de girasol junto a flores blancas y fruta amarilla de hueso. Intensidad aromática media. En boca presenta menos volumen que sus hermanos, pareciendo que la crianza le ha rebajado en densidad. Francamente, un vino que no me atrapa ya que no es el perfil que busco en un Albariño de calidad, aunque seguro tendrá un mercado, el mismo que motiva la inundación el mercado de blancos fermentados en barricas.
Pazo de Señoráns 2008:
Intensísimo y aromático, este Señoráns 2008 exhibe una franqueza y dirección aromática espléndida. Nunca seré muy buen pitoniso para determinar su posible evolución, pero seguramente compraré más botellas para ver su evolución. Eso sí, ahora mismo está tremendo.
Pazo de Señoráns 2007:
El contraste, tanto en lo visual cómo en lo aromático, con su hermano del 2008 es extremo. Algo cohibido, denotando un trabajo de lías más marcado. La botella en cuestión no parecía mostrar su mejor cara.
Pazo de Señoráns Selección de Añada 2003 Magnum:
Abierto por error, ya que la bodega dijo que enviaba un genérico 2003 embotellado en formato de Selección de Añada por error y resultó ser ciertamente un SA. Una maldad, me gustó muchísimo más la botella de 75 cl. que la de litro y medio. Pero de ella, ya profundizo algo más en la tanda siguiente.
Pazo de Señoráns Selección de Añada 2004:
Visual algo subida, con una muy buena densidad y algo de carbónico en la copa. Su nariz está muy marcada por las lías, dejando trazas de levadura y pipas de girasol. Es curioso, el más profano se podría preguntarse si habían trazas de crianza en roble, sobre todo por la frescura de la fruta amarilla que se veía ahora mismo algo escondida. En boca muy buenas sensaciones, algo salvaje por acidez y con la necesidad de asentarse en botella.
Pazo de Señoráns Selección de Añada 2003:
Buena visual, densidad y untuosidad, limpio y brillante. Su nariz se muestra bastante equilibrado pese a ser de la vendimia de la canícula, con las notas de la crianza en lías queda matizada por la fruta amarilla más madura. En boca se muestra algo más corto en acidez, perfilando un carácter más amargo en las sensaciones bucales y en la retronasal. Aún así, mucha calidez, pero también mucha calidad.
Pazo de Señoráns Selección de Añada 2002:
Intensidad sin matices, donde la fruta de hueso amarilla y la hierbabuena se entrelaza con los aromas de su prolongada estancia en depósito, representado en los brioches. En boca muestra muy buena textura, delicioso y fresco, pero con menor recorrido que el SA 2000, que se podrían asimilar en perfil, semejándose por la frescura de la cosecha. Está evolucionando de maravilla.
Pazo de Señoráns Selección de Añada 2001:
La casa parece mantener unos parámetros cualitativos muy homogéneos, rozando un gran nivel. Pero entiéndase el uso del término de homogeneidad, no por aparentar un estado de estandarización, sino más bien, por la capacidad de a través de diferentes añadas, con perfiles climáticos tan diferenciados, interpretar sus características y poder trasladarlo en el vino de forma perfecta y eso se percibe con este SA 2001. Maduro, graso y de marcado signo cálido, de buena evolución, seguramente quedando algo por debajo de sus homónimos, pero mostrando una gran calidad.
Pazo de Señoráns Selección de Añada 2000:
Seguramente el más mineral de los Selección de Añada, entendiéndose mineral por ese carácter que influencia a los aromas más de humo y talco, con una fruta casi cítrica cómo componente frutal. Frescura y acidez, goloso y de densidad, todo unificado en perfecto equilibrio. ¡Quién tuviera una botella para ver su evolución!
Pazo de Señoráns Selección de Añada 1999:
¡Qué grande! Visual de buena evolución, con brillo. Su intensidad nasal denota su vigor, dónde los amielados y los florales se cogen de la mano, deliciosamente amembrillado, con equilibrio e intensidad. Un gran blanco, sin duda, dónde la boca presenta frescura, anchura, de carácter ácido y a la vez, una textura densa. Buen nervio aún, lo que me permite suponer que aún presenta cualidades para evolucionar positivamente en botella. A los poseedores de un ejemplar, enhorabuena.
Pazo de Señoráns Selección de Añada 1997:
Se sirvieron dos botellas, de las cuales una de ellas estaba totalmente oxidada, y la otra se mostró algo fatigada con la aireación, dejando una sensación de que su momento ya paso. La primera añada del Selección de Añada se elaboró en 1995, pero la bodega dispone de muy pocas botellas, lo que dificulta experimentar con esa añada y ver su evolución con mayor facilidad. Pero nosotros ya estábamos rendidos a la evidencia de los Selección de Añada 2000 y 1999, que a la postre fueron los vinos que gustaron a más participantes, por lo que no se hizo necesario que este 1997 brillara para reconfirmar que el Selección de Añada evoluciona de manera deliciosa.
Estas fueron las sensaciones que me transmitió la velada, y lo menos que puedo hacer es transmitir mi enhorabuena a la bodega, porque su trabajo es magnífico. A mantenerse en la brecha.
Estas fueron las sensaciones que me transmitió la velada, y lo menos que puedo hacer es transmitir mi enhorabuena a la bodega, porque su trabajo es magnífico. A mantenerse en la brecha.
Anexo fotográfico: Cata de Pazo de Señoráns.
Entrevista a Ana Quintela en Vadebacus.
Victor,
ResponderEliminarMenudo repaso le hemos pegado a la bodega en pocos días!! No cabe duda de que Pazo de Señorans es la bodega que dirige el cotarro en la D.O..
Aprovechando la coyuntura creada: ¿qué marca (o elaboración en particular)de albariño crees que mantiene mejor el tipo cuando los años pesan en su espalda..?
¿notaste algún tipo de evolución, en esos PS SA más viejos, terciaria que tienda a emparentar a la albariño con otras variedades de Centroeuropa?
Saludos y hasta muy pronto, espero!
OG
Hola Óscar.
ResponderEliminarPara mí, en niveles de genérico, seguramente pondría al Do Ferreiro cómo uno de los que mejor evoluciona, y seguramente junto al PS SA y el Cepas Vellas, el Pazo Piñeiro de Lusco podría situarse entre los que evolucionan bien, aunque no creo que sea tan extremo cómo el Selección de Añada.
Respecto a similitudes ampeológicas u organolépticas con variedades centroeuropeas francamente en cata no presentaba similitudes ni con la Riesling, ni con la Pinot Gris, ni con la Müller-Thurgau ni con la Grüner. En juventud podría tener similitudes con algún Silvaner o Savagnin pero con una mayor densidad. Sin duda es un atrevimiento especular así. Pero eso sí, lo que tengo claro es que de los aromas que solemos mentar cómo de hidrocarburos, más bien poco.
Saludos.