Cata horizontal de Meursault Perrières 2004

El concepto del terruño se amplifica sobremanera cuando nos adentramos en los arcanos listados clasificadores borgoñones, y con ganas de ver un pequeño reflejo de este intrínseco universo recientemente nos juntamos unos cuantos enochalados para disfrutar de una cata horizontal con uno de los pagos dónde, con más atino, brilla la Chardonnay más mineral, Perrières en el pueblo de Meursault.

Pongamos en antecedentes lo necesario para conocer este pago y las condiciones climáticas que rodearon el año 2004 en Meursault y así lograr acercarnos a su mejor definición.

Algunos datos informativos:

El Meursault 1er Cru Perrières se extiende sobre una superficie de 13,7079 hectáreas, al suroeste del pueblo de Meursault, situado a una altitud entorno a los 260 y los 300 metros sobre el nivel del mar, sobre una pendiente suave y cuya orientación busca la madurez de la uva mirando hacia el este. Perrières se podría segmentar en cuatro subzonas:

-Aux Perrières (0,7990 ha)
-Perrières-Dessus (3,3139 ha)
-Perrières-Dessous (8,6498 ha)
-Clos des Perrières (0,9452 ha)


Históricamente se ha considerado el Clos des Perrières cómo la mejor parcela de este pago, ya que a priori agrupa las mejores condiciones que se podrían dar en él, pero su régimen de explotación monopolístico, actualmente en manos de la familia Bardet, podría explicar en parte el porqué de la no clasificación cómo Grand Cru de este pago. Rodeando por encima el Clos se sitúa Perrière-Dessous, de dónde proceden todas las botellas de la cata, exceptuando la del propio Clos. Comparativamente con los otros 1ers Crus de la comuna, aquí el subsuelo calcáreo se encuentra a unos centímetros de la superficie, dándose suelos de composición geológica que datan del período calloviano, en parte ricos en mármoles calcáreos argovianos y caliza degradada que componen esa tan mítica caliza de Premeaux.

Los vinos de este pago se suelen definir por una estructura marcadamente mineral, con el complemento perfecto de la mayor cremosidad que suelen mostrar los vinos de Meursault, jugando con los componentes florales y jaspeado por una punta especiada muy característica.

La vendimia 2004:

En lo que se refiere a las condiciones climáticas de la cosecha, la añada 2004 se explicaría con una descripción de añada húmeda clásica, no exenta de problemas de oídium, mildiu, podredumbre y altos rendimientos, incluso afectada por tormentas de granizo, que de por si no afectan a la calidad de la uva, pero que sí podían afectar a la cantidad, presagiaban una desastrosa cosecha, cuya expectativa fue corregida gracias a un maravilloso septiembre seco, que permitió una maduración equilibrada de la uva.

Curiosamente una de las tormentas de granizo que más daño hizo a la zona de la Côte de Beaune, afectó sobremanera a la vecina Volnay, y en menor medida a los viñedos de Meursault más cercanos a esta, dejando la zona de los 1er Cru de Meursault bastante salvaguardada.

Estas condiciones permitieron obtener vinos blancos con altos niveles de acidez, de correcta maduración fenólica pero no absentas de niveles de alcohol medianamente elevados. Debido a ello y que el invierno del 2004/2005 fue frío, se produjeron fermentaciones malolácticas largas y suaves, que duraron hasta bien entrada la primavera del 2005. Un añada para los blancos, en muchos sentidos, clásica.


La cata:

Durante la velada se sirvieron a ciegas las siete botellas, con la única información de cuáles eran las bodegas participantes en la misma. La idea era encontrar un hilo conductor entre ellas, ver cómo se reflejaba el terruño en cada una de las botellas y percatarse de sí existía algún condicionante claro procedente de la mano del hombre en la viticultura o la vinificación. Se sirvieron en el siguiente orden.

Meursault 1er Cru Perrières 2004 de Domaine Jean-François Coche-Dury

El metódico y perfeccionista trabajo en la viña de Jean-François Coche-Dury se percibe en las escasas 0,32 hectáreas de Perrières-Dessous plantadas en 1960-1974, dónde sus bajos rendimientos se explican tanto por la edad de las vides, cómo por la densidad de plantación, cómo por las podas en verde que realiza Jean-François, aunque este último extremo sólo es utilice cuando sea necesario, que fue lo que sucedió con algunos de los pagos en la cosecha 2004. Se trata de un vigneron clásico, con los dos pies en el viñedo y cuyo trabajo en su bodega de Meursault se podría considerar clásica, reflejado ya desde el prensado, con una vinificación en la que se emplea un 50% de madera nueva.

Anoté brevemente en el bloc de notas que el vino número 1 presentaba una visual nada subida, y cuya nariz se mostraba con intensidad apretada, entre lo floral y lo calizo, dejando algo de lado la fruta, y con destellos de especiados, anís y humo, que parecían delatar su necesidad de guarda para ganar en botella. En boca era monumentalmente edificante, con una estructura delineada, mostrando todo lo que parecía de manera muy equilibrada. Largo en su final, pero de alma sutil. Un gran nivel para iniciar la cata.

Meursault 1er Cru Perrières 2004 de Domaine Vincent Dancer

Desde 1996 Vincent Dancer está surgiendo cómo un viticultor con las ideas claras, a medio camino entre modernidad y clasicismo. Él posee 0,29 hectáreas de Perrières, una parcela plantada entre 1963 y 1980, y cuya vinificación se realiza al 50% de barricas de roble nuevo en su bodega de Chassagne-Montrachet. A pesar de las condiciones climáticas del 2004, se encontró con una uva sana que le permitió iniciar la vendimia el 23 de septiembre, produciendo algo menos de 16 hectolitros de su Perrières (nuestra botella no presentaba etiqueta por proceder directamente de una visita a la bodega).

En cata me pareció percibir muy buenas formas, de buena nitidez, y con los anisados entrelazados con el humo y ligeras trazas de frutos secos y pera blanca. Frescura y definición delatan un gran carácter. En boca muerde con nervio, vivo y refrescante por acidez. Sin tapujos ni complejos, sin duda uno de los mejores vinos de la sesión.

Meursault 1er Cru Clos des Perrières 2004 de Domaine Albert Grivault

El Clos des Perrières, con sus 0,9452 hectáreas de extensión es propiedad exclusiva de la familia Bardet, y cuya vinificación se realiza en su bodega de Meursault, criando sus vinos en un porcentaje del 20% de roble nuevo, empleando la técnica del bâtonnage de manera comedida. Cómo curiosidad, aparte de Clos des Perrières, el domaine posee otra parcela de Perrières, que se embotella como tal.

Subido en dorado, con un perfil aromático maduro y exuberante, pareciendo un vino sobreextraído ya en sí desde la viña, con notas claras de botrytis, cómo las mieles y los champiñones. En boca muestra estructura y densidad, pero se queda algo corto, tanto por nervio cómo por intensidad. Un vino aburrido.

Meursault 1er Cru Perrières 2004 de Domaine Comtes Lafon

Las 0,7680 hectáreas de Les Perrières-Dessous proceden de dos parcelas, una plantada en 1955 relativamente cercana a Genevrières que se vendimió el 27 de septiembre, y la más pequeña, plantada en 1983, sobre Charmes vendimiada al día siguiente. Su vinificación se inició con un prensado suave, con el racimo entero. Maceraciones pre-fermentativas en frío, fermentaciones a temperatura controlada en barricas de roble, uso sosegado del bâtonnage y siempre que se requiera, dando paso a fermentaciones malolácticas prolongadas y suaves. La crianza se realiza en barricas, que tras el primer trasiego, suelen pasar a barricas de segundo año. Tras la crianza de 22 meses, y tras una liguera filtración, pasan cinco semanas en tanques de acero inoxidable para su estabilización antes del embotellado. Dominique Lafon quizás sea de los vignerons más inquietos y en su búsqueda por lograr el equilibrio se ha movido incesantemente. Parece que ya hace tiempo que encontró su camino.

Juego delineado de nariz, reflejo de un carácter nítido entre la mineralidad, reflejada por una tensión casi agresiva y la floralidad, movida sutilmente por los aromas de acacia. Nariz precisa, pero necesitada de una mayor envoltura de complejidad, que sólo la guarda le proporcionará. En boca también muestra esa tensión acida, seca, edificante. Seguramente ahora mismo no se encuentra plenamente placentero, pero denota unas sensaciones que hacen estar muy seguro de su grandeza.


Meursault 1er Cru Perrières 2004 de Domaine Thierry Matrot

Los Matrot poseen 0,5313 hectáreas de Perrières, dónde la edad media de las plantas se sitúa en los 55 años. Thierry Matrot fermenta sus vinos con barricas de 1er a 5º año, durante unas 9 semanas, a temperatura controlada entorno a los 20ºC, realizando la maloláctica y criando sus vinos durante 12 meses.

Una primera botella, algo inexpresiva, parece mostrar una cierta contaminación, por lo que decidimos dejar de lado esa referencia y no valorarla. A posteriori se abrió una segunda botella, que aunque bastante más expresiva, parecía mostrar un carácter extremadamente austero para valorar durante la cata.

Meursault 1er Cru Perrières 2004 de Domaine Jacques Prieur

El Domaine Jacques Prieur, propiedad de la casa Antonin Rodet, posee 0,28 hectáreas de Perrières, cuya vinificación la realiza la enóloga Nadine Goublin, mediante un prensado del racimo entero, desfangado durante 12 horas posteriores al prensado, con la fermentación a temperatura controlada, realizando la maloláctica completamente y criándose los vinos durante 23 meses.

Su nariz mostraba una correcta intensidad, pero no destacaba precisamente por delineación ni por dimensión. Perfil aromático más cercano a las notas de la crianza, con un componente de manteca que le aporta enjundia, pero no excesivo equilibrio. En boca se muestra graso, con buen equilibrio, pero sin la definición y estructura de los otros buenos Perrières. Un buen Meursault sin más.

Meursault 1er Cru Perrières 2004 de Domaine Guy Roulot

Jean-Marc Roulot busca la frescura de la acidez en sus vinificaciones y para ello trabaja sus 0,2605 hectáreas de Perrières realizando severas selecciones, incluso realizando vendimias en verde si es necesario. Las uvas son prensadas, previa rotura de las mismas, para conseguir mayores niveles de acidez mediante una prensa neumática de forma homogénea. La fermentación se realiza en barricas de roble de Allier, en torno al 25% de roble nuevo, a temperatura baja. La utilización de los bâtonnage van perdiendo relevancia, pero sigue siendo una técnica con la que Jean-Marc se encuentra bastante cómodo, y las crianzas junto a la lías son otros de los instrumentos que implementa para aportar riqueza a sus vinos.

Intensidad, nitidez y definición son sus señas de identidad, consiguiendo aunar además una materia que le aporta un plus de complejidad. Nariz definidísima y completa, que sólo necesita de la evolución de la botella para lograr situarse en una dimensión de perfección, ganando en profundidad y complexidad. En boca es edificantemente ácido y fresco, con la cremosidad bien medida, multidimensional en texturas. Un vino magnífico y memorable.

Conclusiones anotadas:

A los 9 asistentes a la cata nos sorprendió que en general extrajéramos conclusiones muy aproximadas sobre nuestras anotaciones. De los siete vinos probados, hicimos una subdivisión mental con 4 de los vinos en cabeza, ya que sobresalían a nivel cualitativo. Se trataban de los vinos de Coche-Dury, Dancer, Lafon y Roulot, un cuarteto de lujo, en el que cada uno de ellos sacaba adelante una expresión muy personal de Perrières. Descartado el Matrot por algún tipo de contaminación, por detrás quedaba rezagado el vino de Prieur. Aunque de factura correcta, no lograba la expresión ni nitidez de los cuatro anteriores. Y por último, el Clos des Perrières, un alarde de vinificación extrema por lo maduro. Y es que la figura del vigneron sin duda se muestra cómo verdadero catalizador del terruño, percatándonos de la aportación del estilo en cada una de las botellas.

A nivel personal, en mi clasificación mental situé cómo mejor vino al Perrières de Roulot, seguido muy de cerca por el del Coche-Dury. Algo detrás, en un estilo intermedio, situé el vino de Dancer y por último, y más necesitado de evolución en copa, el Lafon. Particularmente, y con todo el atrevimiento del mundo me rondó un pensamiento por la cabeza ¿es el vino más completo el que refleja mejor el terruño de Perrières? Para mí, la mayor definición de Perrières se encontraría en lo que reflejaban las botellas de Coche-Dury o Lafon, pero el vino que aglutinaba las mejores características cualitativas era el vino de Jean-Marc Roulot.

Por último, no deja de ser sorprendente que de la mejor parcela a priori de Perrières, el Clos des Perrières se aleje tanto, no ya de lo que se espera de un Perrières, sino incluso de un Chardonnay de clima septentrional, incluso claramente superado por un Chivite Colección 125 2004 que se sirvió en la cena posterior. Pero eso ya es harina de otro costal.

*Nota: El mapa modificado procede del libro Nouvel Atlas des Grands Vignobles de Bourgogne de Sylvain Pitiot y Pierre Poupon publicado por Collection Pierre Poupon. Su reproducción se realiza con una intención informativa, sin ánimo de lucro y sin la pretensión de vulnerar la propiedad intelectual de los autores y ni de la compañía editorial.

13 comentarios :

  1. No entiendo mucho esto de los vinos, pero quisiera saber si del vino de uva, el vino blanco es del mas suave o es el vino tinto.

    Saludos,

    María

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  2. Hola María, el sistema (yo) elimina todos los enlaces que a su criterio (el mío) puedan considerarse que ha sido introducido por el sólo hecho de enlazar a otra web con criterios comerciales. Por eso verás que tu mensaje ha sido editado.

    Respecto a tu duda, hay demasiados parámetros para responderte de forma breve y concisa, pero sí tuviera de decir alguno seguramente sería que dependiendo del tipo de blanco o tinto puede ser más suave el blanco o el tinto.

    Un abrazo.

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  3. hola Victor,

    me gustaria saber que defines exactamente por Contaminacion en el Matrot ? TCA, TBA, oxydacion avançada o otra cosa ?

    sino, bastante de acuerdo contigo aunque personalmente pondria J.F.C.D. antes de Roulot por gustos.

    saludos,

    Fredi

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  4. Hola Fredi,

    aunque no acabamos de ponernos de acuerdo, para mí la botella de Matrot presentaba contaminación por TCA, ya que apuntaba más hacia aromas a corcho que hacia otras derivadas.

    Lo que hace que no esté seguro del todo es que en la copa que se había utilizado para envinar parecía mostrarse salvaguardada de dicha contaminación, y estando en un local dónde pondría la mano en el fuego por el servicio de cristalería, tiendo a pensar por mi experiencia que los TCA no suele desaparecer, sino más bien todo lo contrario, dejando su presencia cada vez más clara. Por ello no he acabado de pronunciarme con el tipo de desviación.

    Eso sí, ningún atisbo de oxidación prematura (premox) en las botellas.

    Un abrazo.

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  5. gracias Victor,

    ahora entiendo mejor .
    te commenté lo de la oxydacion ( o evolucion accelerada ) porqué ya me paso algo repetido ultimamente i que estuvimos compartiendo experiencia comuna con varias personas que conozco i que saben muchissimo mas que yo sobre Meursault & co .

    saludos,
    Fredi

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  6. Efectivamente lo de la premox es un tema espinoso y dificultoso de cuantificar, pero del que por suerte he podido experimentar en pocos casos en mi vida gustativa.

    Curiosamente en una cata con Julien (La PdA) con blancos del 2004 nos topamos con una botella de Charmes 2004 de los propios Matrot con claros indicios de oxidación prematura. Y escuchando a gente que está mucho más metido en la Borgoña, me comentan que esta casa es una bodega cuyo índice de incidencias es mínimo. ¿Cuáles son tus experiencias con las premox y los Meursault? Por simple curiosidad.

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  7. hola Victor,

    como lo decia, mi experencia en esta D.O. es minuscula para poder presumir de conocimientos enormes pero por suerte, tengo amigos con comparti las botellas i que ellos llevan mejor esa carencia.

    en una cena donde abrimos un total de 5 vinos de mismo pedigree, 2 eran bastante cansados por su edad ( 2006 ), el Philippe Pacalet i el C. Lafon no llegaron a lo que teniamos en mente para unos o limpios para otros

    surgio que podia ser un defecto de stockage de la tienda pero unos acaimos en que era algo mas possible de lo que llamas premox, por eso que te hacia la pregunta.

    sobre eso encotré algo de M. Bettane que decia un comentario al sujeto.
    a ver si te lo encuentro i te lo paso.

    saludos,
    Fredi

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  8. Hombre, los indicios de una oxidación prematura se hacen muy evidentes, ya que la visual lo delata de primeras, pero la nariz y la boca se muestra devastadoramente ajerezada (en el sentido más negativo de la palabra).

    Aunque esta incidencia es fácilmente perceptible (por cierto, para quién no conozca muy bien el tema del que estamos hablando, Luís Gutiérrez realizó un artículo muy ilustrativo sobre la misma), en menor grado se podría llegar a confundir con una vinificación dónde se ha realizado un uso excesivo de las lías en la fermentación y/o crianza, o de técnicas de microoxigenación excesivas, pero eso ya entraría en el estilo de cada vigneron, cómo pudiera ser el caso de Pacalet o Dominique Lafon, aunque este último está ajustado cada vez más sus vinificaciones.

    Por especular.

    Saludos.

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  9. gracias por tu ayuda Victor,

    hablaré con Luis para comparar resultados i ver que sale de eso, esta claro que tambien el stylo de vinificacion hace mucho i eso es un parametro que tiene su importancia.

    en la espera de estar de nuevo en contacto, te deseo unas felices fiestas .

    Fredi

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  10. Como siempre muy didáctica e interesante la cata que haces, y sólo habiendo probado algunas bodegas de las que hablas, pero si bastantes botellas de Dancer, entiendo que te gustase el Chivite, pero no creo que sea algo comparable no? A mí por lo menos me encanta la acidez y limpidez que he visto en algunos Dancer, su mineralidad. En Chivite solo he visto madera... "Cascú es cascú"...

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  11. Bastante más ha caido, pero era para que te hagas una idea de lo que más o menos comparamos...

    http://vinsimes.blogspot.com/2008/08/viaje-la-borgoavinos-de-la-bourgogne.html

    http://vinsimes.blogspot.com/2009/06/ii-viaje-la-borgona-con-vincent-dancer.html

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  12. Perdona Vins i més, pero mis palabras respecto al Chívite 2004 se relacionan con el vino de Albert Grivault. Sinceramente me pareció un Chardonnay más que digno, alejado bastante de otros Chivites, más marcados por la crianza, será cosa de la añada fresca.

    Vincent Dancer está bastante mejor situado en mi criterio cualitativo, aunque por desgracia en Barcelona es difícil encontrar referencias.

    Saludos.

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