Cena con Bettina Bürklin y visita a Weingut Wittmann

Annette Siegrist, manager export de Bürklin-Wolf, nos esperaba en el señorío, gusthof en alemán, de la bodega en Wachenheim para darnos la bienvenida. Impresionante instalaciones, dónde tiene su residencia Bettina Bürklin, junto a los antiguos edificios dónde la weingut tenía su sala de prensado y el chais, junto las caballerizas, y justo al lado, la que sería nuestra residencia durante esos días.

Antes de la cena, descansados e instalados, Bettina nos recibió en su casa, presentándonos a sus cuatros hijos, el futuro de la bodega, educados pero joviales. En la terraza disfrutamos de una descansada charla, con vistas al magnífico jardín y una copa de Geheimrat Dr. Albert Bürklin Brut 2004, roto el sosiego por una bandada de cuervos negros que habían decidido anidar entre los inmensos plataneros del jardín, con el beneplácito de los ecologistas de la región y el desconcertante efecto de hacer sentirse Tippi Hedren a los Bürklin y sus invitados.

Para la cena nos desplazamos a uno de los restaurantes de la bodega, Gasthaus zur Kanne, dónde Florian Winter y su equipo nos ofrecieron un menú gastronómico basado en el rey de la temporada en el Palatinado, el espárrago. Buena cena regada con unos cuantos vinos de la bodega, con unos magníficos Pechstein Fass 63 1999, Jesuitengarten Spätlese Trocken 1998, Kirchenstück Spätlese Trocken 1998 y Gaisböhl Auslese 2002. Y cómo ya era tarde nos despedimos, ya que el día siguiente nos teníamos de desplazar al Hesse renano (Rheinhessen).

Y es que el lunes por la mañana tocaba visitar a la familia Wittmann en Westhofen, uno de los puntales cualitativos de la mayor región productora vinícola de Alemania. Desplazamiento por autopista y llegada a una bodega que transpira ambiente familiar. Allí nos recibió Philipp Wittmann, quién ya ha recogido el testigo de su padres Elisabeth y Günter, relegándole a él a las labores del viñedo. Aunque se nota que Günter está encantado con su nuevo rol, ya que su pasión es la botánica, y eso se nota en el impresionante jardín de la propiedad familiar, señal además del magnífico clima de la región. También estaba allí Eva Clüsserath, mujer de Philipp, quién también procede de familia bodeguera (Weingut Ansgar Clüsserath) en Mosela.

Philipp decide empezar la visita enseñándonos parte de las 25 hectáreas que trabaja la propiedad, mayoritariamente jaspeada por la Riesling. Pasamos por Aulerde, Kirchspiel y paramos en Morstein, uno de los mejores viñedos de la región, ladera de la que la bodega trabaja cuatro hectáreas, con las mejores orientaciones posibles. Marga arcillosa, compuestas por arcilla, arena y rocas calizas, con loess, tierras trabajadas de forma ecológica, y eso se nota por la vida que desprende el viñedo, con parejas de halcones sobrevolándonos, liebres corriendo entre las viñas y las arañas despreocupadas entrelazando telarañas. Eso sí, mientras caía un sol de justicia, la tranquilidad se rompe por la gracia de dos cazas Phantom que deciden picarse sobre Morstein, mientras Philipp nos comenta que han decidido contratar un servicio "especial" de seguridad para la vigilancia de los viñedos...


Vuelta a la bodega para visitar las instalaciones técnicas, dónde en una primera fase superior la arquitectura funcional y moderna se entrelaza con la bodega inferior, dónde la tradición se refleja en la vejez de alguno de los toneles centenarios. Una bodega dónde se respira paz, fría paz, dónde destaca la figura de Buda entre sus galerías. La sala de barricas denota que Philipp está perfeccionando su vinificación de los spätburgubders, pero claramente su fuerte son los Rieslings, tanto los GG como los edelfäules.

Con una producción anual de unas 150.000 botellas, probamos la línea del 2007, mostrando la gran bondad de la añada, con ya un nivel de básicos impresionante, destacando sobremanera los Morstein Riesling Spätlese, Auslese y Auslese Goldkapsel. El Albalonga Beerenauslese se nostró goloso, con un nivel de acidez increíble. Y ya puestos en harina, Philipp nos abrió botellas de Morstein GG con el 2004, 2005 y 2006, destacando sobremanera el 2005. Los Wittmann, muy gentilmente nos invitaron a comer con ellos y ¿para qué negarse? Para comer abrieron un Morstein Riesling Spätlese 1990, que acompañó de maravilla el ágape. Después, tras ejercer un buen rato de conejillo de indias con los Spätburgunders, hicimos una vertical del Morstein Auslese S GK, con las añadas 2005, 2003, 2001 y 1999 sobre la mesa, estando muy disfrutable el 1999 y destilando grandeza de juventud el 2001. Algo fatigados, nos ofrecieron su jardín para realizar una siesta reparadora, tras tan magnífica jornada, y es que por la tarde nos esperaba Steffen Christmann.

3 comentarios :

  1. Victor, nunca me habia expresado pero este es uno de mis blogs de cabecera.

    Hoy me dirijo a ti porque llevo dias buscando si en España se vende un vino y no lo encuentro, y creo que si alguien sabe de el vas a ser tu así que, hay va...
    ¿Sabes si se vende en territorio nacional Tempier Bandol? Se que se venden otras bodegas del Bandol pero no se si esta, y via Online no lo encuentro... ¿Sabrias indicarme?

    Gracias anticipadas y un saludo.

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  2. Bienvenido Jose Luis.

    Precisamente hace poco hicimos una cata de Bandoles con unos amigos y pusimos uno de los vinos de pago de la bodega, La Tourtine 2003, entre ellos. Lastimosamente esta bodega no tiene importador en mi ámbito de acción (Catalunya) y si no llega a ser por un amigo que se trajo una botella de un viaje que hizo por la zona, no habríamos disfrutado de la botella.

    Aunque he decirte que me consta que por Murcia hay un distribuidor que trabaja(ba) con esta bodega. se llama. Prueba de contactar con ellos y ya me cuentas.

    Saludos y suerte.

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  3. Gracias Victor, eres un fenomeno jajajaja....

    mañana los llamare aunque lo de la pagina fija no lo acabo de entender ¿?.

    Da igual, ya te contare.

    Un abrazo y gracias.

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