Im Weingebirge Jungfernwein Riesling 1999 de Nikolaihof

A orillas del Danubio, entre los pueblos de Melk y Mautern, se sitúan uno de los viñedos más hermosos que he tenido la suerte de visitar. Se trata del valle de Wachau, reconocido solemnemente por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Y no me extraña, el patrimonio arquitectónico es notable, tanto por abadías, destacando las de Göttweig y de Melk, como por las aldeas medievales, como Dürnstein. Pero su valúa paisajística también se encuentra en las magníficas terrazas que configuran los viñedos, compartiendo la ribera del Danubio durante unos 30 kilómetros. De aquí nacen dos de los mejores blancos secos del mundo, fruto de la Riesling y la Grüner Veltliner, bajo el influjo de un gran terroir y un clima que le confiere unas condiciones excepcionales para la maduración de la uva.


Weingut Nikolaihof, explotación creada en 985 en Mautern, casi a tocar del cercano valle de Kremstal, ha derivado en una moderna explotación vinícola, convirtiéndose en uno de los mayores exponentes de la viticultura biodinámica. La familia Saahs, con Nikolaus Saahs a la cabeza, ha implementado desde hace más de treinta años los principios y parámetros de control que acreditan el sello Demeter hasta sus últimas consecuencias. Biodinámica en estado puro, aplicada a las 20 hectáreas de viñedos.

Además, la bodega también forma parte del resurgir mediático, trabajado a pulso por las mejores bodegas de la zona, que se asociaron en el Vinea Wachau Nobilis Districtus, como compromiso de calidad, destacando nombres como Franz Hirtzberger, Emmerich Knoll o Franz Xaver Pichler.

La Riesling de este vino proceden de vides jóvenes (el 1999 fue su primer año de producción) en el pago Im Weingebirge, de suelos de margas arenosas, siendo el término Jungfernwein una referencia a la juventud de las plantas. Las uvas, tras el prensado neumático, fermentan y se crían en tinas de roble de diferentes tamaños (entre 2000 a 12000 litros), sin chaptalizar, durante 6 meses, para finalmente embotellarse.

Visualmente precioso, con un amarillo pajizo, casi incorrupto de oxidación y con una gran densidad en el movimiento. La nariz se muestra delineada y pura, con los aromas de limas, peras blancas y amielados apareciendo a raudales, con flores blancas, con algún destello de hidrocarburos, té verde y champiñones que le aportan complejidad y un infinito fondo mineral. En el sorbo, se inicia denso, con un buen abocamiento (esos 27 gramos de residual se notan), esqueléticamente definido por la acidez, es eterno en el paladar. Ahora mismo se muestra como un gran vino, pero sus características parecen concederle una buena vida por delante. 30 euros en bodega. 93 PF

Los vinos de Nikolaihof no son importados a España, pero si se pueden comprar directamente a bodega, solicitando tarifas de envío.

5 comentarios :

  1. Querido Víctor, no he probado jamás este vino pero conozco la zona (el monasterio de Melk, de hecho, es el que usa Eco para inspirarse en su Nombre de la Rosa), que es de una belleza extraordinaria, sobre todo, entre junio y septiembre (si el tiempo te respeta). Tu descripción del vino le va a la par, en riqueza y belleza. Ayer leía un comentario de E.Peynaud sobre el traslado de los varietales fuera de sus zonas de origen, donde son conocidos desde hace cientos de años (de hecho, en mis inicios en la blogosfera hablamos más de una vez de esto, con Pisto y no Pisto y los amigos de ETB): asegura el maestro bordelés que sólo en esas zonas de origen (aunque sea un viñedo jove, esa riesling demuestra a la perfección las maravillas y la pureza del varietal) da la uva cuanto lleva dentro. Si la trasladas, la cosa puede llegar a salir bien, claro está, pero difícilmente será lo mismo.
    Tengo enormes ganas de probar un buen riesling de estos. Gracias por tu descripción e indicaciones para comprarlo.
    Salut!
    Joan

    ResponderEliminar
  2. Ya hace mucho tiempo que visité la zona, pero me quedó marcada y eso que en mi no había nacido esta pasión.

    Si has de probar un buen riesling, lo mejor es que busques una botella con cierto tiempo, ya que suele agradecer el reposo en botella. Lastimosamente, de las bodegas que están entrando al mercado español, como son Pichler, Knoll o Schloss Gobelsburg del vecino Kamptal, se traen referencias del 2004 y 2005.

    Me consta que en Lavinia tienen botellas de Zöbinger Heiligenstein 2000 y del Heiligenstein Lyra 1999 de Bründlmayer, pero no se si son botellas que ya rebasan los 30 euros y los 13,5 % de alcohol…

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias por las recomendaciones, Víctor. Intentaré seguirlas. En otro momento, había comentado que para esta reencarnación me quedaba con conocer moderadamente bien los vinos españoles. hace un año empecé, desdiciéndome y avanzando el trabajo de la próxima reencarnación, con los franceses. Ahora, ya sin dudarlo vaya, y leídos tus comentarios y los de algún otro colega, quiero empezar en serio por los alemanes, austríacos y suizos, avanzando ya la fase final de mi siguiente reencarnación. No sé cómo terminará esto, pero bufff...

    ResponderEliminar
  4. Suiza es otro país, juntamente con el Portugal peninsular, en el que me encantaría profundizar pero son pocas las referencias que caen en mis manos y suelen ser vinos excesivamente caros.

    Buscando, buscando encontré la cuarta edición de The new Sotheby's wine encyclopedia de Tom Stevenson, una obra muy útil para introducirse en las regiones de Valais, Vaud o Ticino, pero faltan vinos…

    Otra zona que en la que intentado profundizar es en el Jura francés. Los pocos vinos que he probado me han supuesto un choque, por su complejidad y dificultad. Vinos, que por aproximación se podría asimilar a los finos, amontillados y palo cortados secos de la Andalucía Occidental, pero con un claro componente diferenciador (ni mejor, ni peor, diferente).

    Pero, ya te digo, ni con siete vidas nos lo acabamos.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Coincidimos en el tema de Portugal: si le echas un vistazo a Winecentric (uno de mis enlaces), se habla allí algo del tema de vez en cuando. Y yo tengo una cierta tirada hacia el país (tengo amigos y colegas allí) y voy probando, aunque no he escrito apenas nada. Sin duda, para mí, se trata del gran país emergente de los próximos años. Hay que seguirlo con mimo porque dará grandes cosas en blancos y en tintos, más allá de sus tópicos habituales. También estos existían en España y a base de trabajo bien hecho y de talento se van desmoronando.
    Saludos,
    Joan

    ResponderEliminar