Ya estamos de vuelta y para iniciar esta nueva singladura, hablaré de uno de esos blancos secos de Loira que tanto apetecen. Pese a tener unos orígenes que datan de 1920, este domaine (y su filosofía) nació realmente en 1990, cuando Patrick Baudouin cogió las riendas del negocio familiar y lo convirtió en uno de los mejores productores de vinos licorosos del mundo. Actualmente poseen 10 hectáreas de viñas en producción, 7 de Chenín Blanc, 3 de Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon, en los municipios de Chaudefonds sur Layon, Saint Aubin de Luigné, Rochefort sur Loire y Saint Germain des Prés, en pleno Anjur.
Desde el 2002 sus cultivos son merecedores del certificado de agricultura biológica. En 1997 se inició el trabajo de recuperación del suelo, abandonando el uso de herbicidas químicos, y a partir del 2001, los tratamientos con productos de síntesis. Su filosofía se puede resumir, a grandes rasgos, en una vinificación poco intervencionista, siguiendo los dictámenes que marcan las pautas de la naturaleza, pero sin olvidar el factor humano que pueda aporta el enólogo. Para ello, debe de servirse una uva en perfecto estado, obtenida de unos viñedos cultivados siguiendo parámetros respetuosos con el medio que conforma el viñedo.
Effusion se elabora ensamblando el fruto de dos parcelas de Chenín (también conocida en la zona como Pineau de la Loire), una situada en las laderas de Ardenay (Chaudefonds sur Layon), con suelos de composición argilo-arenosos sobre pizarras micáceas, rhyolite y roca volcánica ácida; y la otra parcela en las laderas de Bruandières (Saint Aubin de Luigné), de suelos arenosos, micas, cuarzos silíceos y pizarras carboníferas. No, tranquilos, no me he apuntado a un curso de verano de geología, el porque de esta lista sin sentido de estratos se explica por la composición geológica que forma el suelo de los viñedos, fruto de una erupción volcánica, y de la que Baudouin extrajo la marca comercial de Effusion. Cosas de los terruñistas.
Respeto a la vinificación, sin chaptalización, Patrick Baudouin realizó fermentaciones lentas en barricas de 2º y 3er año, terminando la fermentación maloláctica en junio del 2003 y embotellando en febrero del 2004, con unos niveles de azúcar residual de 2,6g/l.
En cata es de esos Chenín subidos, con un precioso color dorado viejo, brillante y denso en el movimiento. Nariz joven, diferente, con personalidad pero marcada por ese carácter maduro y austero de los buenos Chenín. Recuerdos de caramelo de miel, hierbas secas y pipas de girasol pincelan una nariz de intensidad media, con buen fondo floral. En boca se muestra aún muy austero, secante, algo agresivo y con una acidez muy viva, que le confiere una sensación refrescante. Buen final largo, dejando un carácter amargo, entre cítrico (pomelo) y madera. Se trata de un blanco bastante placentero, pero si tuviese una botella de él esperaría para volver a probar, ya que parece mostrar buenas maneras para evolucionar positivamente. 89 PF
Los vinos de Patrick Baudouin son importados a España por Lavinia y este Effusion lo compré en tienda por poco menos de 12 euros.
Desde el 2002 sus cultivos son merecedores del certificado de agricultura biológica. En 1997 se inició el trabajo de recuperación del suelo, abandonando el uso de herbicidas químicos, y a partir del 2001, los tratamientos con productos de síntesis. Su filosofía se puede resumir, a grandes rasgos, en una vinificación poco intervencionista, siguiendo los dictámenes que marcan las pautas de la naturaleza, pero sin olvidar el factor humano que pueda aporta el enólogo. Para ello, debe de servirse una uva en perfecto estado, obtenida de unos viñedos cultivados siguiendo parámetros respetuosos con el medio que conforma el viñedo.
Effusion se elabora ensamblando el fruto de dos parcelas de Chenín (también conocida en la zona como Pineau de la Loire), una situada en las laderas de Ardenay (Chaudefonds sur Layon), con suelos de composición argilo-arenosos sobre pizarras micáceas, rhyolite y roca volcánica ácida; y la otra parcela en las laderas de Bruandières (Saint Aubin de Luigné), de suelos arenosos, micas, cuarzos silíceos y pizarras carboníferas. No, tranquilos, no me he apuntado a un curso de verano de geología, el porque de esta lista sin sentido de estratos se explica por la composición geológica que forma el suelo de los viñedos, fruto de una erupción volcánica, y de la que Baudouin extrajo la marca comercial de Effusion. Cosas de los terruñistas.
Respeto a la vinificación, sin chaptalización, Patrick Baudouin realizó fermentaciones lentas en barricas de 2º y 3er año, terminando la fermentación maloláctica en junio del 2003 y embotellando en febrero del 2004, con unos niveles de azúcar residual de 2,6g/l.
En cata es de esos Chenín subidos, con un precioso color dorado viejo, brillante y denso en el movimiento. Nariz joven, diferente, con personalidad pero marcada por ese carácter maduro y austero de los buenos Chenín. Recuerdos de caramelo de miel, hierbas secas y pipas de girasol pincelan una nariz de intensidad media, con buen fondo floral. En boca se muestra aún muy austero, secante, algo agresivo y con una acidez muy viva, que le confiere una sensación refrescante. Buen final largo, dejando un carácter amargo, entre cítrico (pomelo) y madera. Se trata de un blanco bastante placentero, pero si tuviese una botella de él esperaría para volver a probar, ya que parece mostrar buenas maneras para evolucionar positivamente. 89 PF
Los vinos de Patrick Baudouin son importados a España por Lavinia y este Effusion lo compré en tienda por poco menos de 12 euros.
No te lo vas a creer, pero yo he estado en el chamizo donde se hacen los vinos del Domaine Patrick Baudoin. Un tipo muy afable e interesante, y eso que nos presentamos allí en plena vendimia de la Cabernet Franc.
ResponderEliminarEl lugar es... pintoresco. Y, me atrevería a decir, que una vez que has estado allí se te quitan las ganas de beber los vinos. Sin embargo... los vinos están más que buenos. En especial, el Mary Juby, que es símplemente sensacional.
Los blancos secos, cuando los probé en la bodega, me parecieron dificilísimos, muy angulosos, con mucha acidez y muy austeros. Claro que hace dos años de aquello. En mi base de datos me consta que el Anjou Effusion 2002 me costó 17 euros en la bodega. Puede que sea un error, o que Patrick hiciera el agosto en octubre.
Eso sí, el Domaine tiene el honor de haberme provisto del ¿vino? más extraño que yo haya probado. Un "Les Sens du Chenin" con unos 200 gramos de azúcar residual que fermentó en barrica durante dos años hasta alcanzar poco más de un 2% de alcohol. Un verdadero vino-misterio.
pisto
Pisto, muy interesante la info. El Effusion se mostraba muchísimo más placentero en nariz que en boca. Si tienes alguna botella déjala descansar.
ResponderEliminarRespecto al precio, hace relativamente poco que me pillé la botella. Me había pasado alguna vez en visitas a bodegas españolas, donde, (supongo) por respecto a la distribución, comprar botellas en la visita no suponía ventaja alguna respecto al precio en tienda. Cosa que personalmente me parecía un feo muy grande a quién se ha desplazado para visitarlos.
Esperemos que se trate de un error. ;-P
Gracias por el report del vino, Victor. Joder, estaba suscrito al feed del blog desde hace bastante tiempo, pero hasta hoy no supe que estabas tú detrás.
ResponderEliminarRespecto al vino, tengo una botella que compré a 11,60€ en Maison Eguizabal-Caves Ez Kecha (Hendaia). La verdad es que le tengo mucha curiosidad pero leyéndote, me la guardaré por un tiempo.
Saludos.
Hombre THuRStoN, bienvenido. Tras unos meses de apagón digital, me sumergí en la esfera blogger y aquí estoy. Por cierto, veo que eres un winegeek con web bastante aliena al tema enológica. Me parece cojonudo.
ResponderEliminarPor cierto, uno de mis pequeños hobby’s es el Windsurf y el body (se oyen risas en la sala). Supongo que son cosas de estar en Mallorca, ya que hay pocos spots practicables en la isla (sic) para el surf.
Saludos y enhorabuena por Conceiro.
Hola Victor!
ResponderEliminarLa verdad es que ya se te echaba de menos por Verema, Victor. Cuando enlacé tu blog, no me imaginaba siquiera que estabas tú detrás. Sigue con el nivel que realmente merece la pena leerte. Yo en el mío, no he dado más que un par de pinceladas sobre vino sin entrar en mucha materia. Como siempre el tiempo escasea, pero mi idea es hablar del mundo del vino en buena medida también. Tiempo al tiempo.
Yo también pensaba que en Mallorca no entraba demasiada mar pero no te lo creas mucho mira en esta web: http://www.mallorcasurf.com/ porque hay zonas al norte donde puedes darte baños bien majos. La verdad es que mirando las fotos no tienen nada que envidiar a las olas de cantábrico. ¡Qué gracia, yo también me inicié con un Bodyboard!!
Saludos y enhorabuena a tí por tu Blog,
a.
Acabo de abrir una botellita que tenía por aquí... Como bien dices mejor en nariz que en boca. La acidez es importante y lo encuentro austero (es la segunda botella que abro) pero tengo interés en saber cómo evoluciona con un par de añitos más. Compré 2004 recientemente y me queda otra del 2002...
ResponderEliminarDel azúcar residual ni rastro...
Bien por Heré?
Una pena no poder coincidir en Sánchez-Ayala contigo, pero Dianes y Girón hicieron de maravilla su labor de explicación de los detalles y Luís Gallego, al que le dimos el sábado, hicieron de la visita una perfecta perspectiva del nuevo enfoque comercial de la bodega.
ResponderEliminarJerez sólo lo visitamos el lunes, y sólo nos metimos en las impresionantes instalaciones del Grupo Estévez (Valdespino, Real Tesoro, etc.). A ver si saco tiempo para hacer una explicación de lo vivido.
Saludos.