Durante los primeros años de esta década hemos estado asistiendo a la aparición de monovarietales de Petit Verdot peninsulares. Poco a poco, con emprendedores como Carlos Falcó en su finca de Valdepusa, en Toledo, Juan Manuel Vetas (enólogo de Príncipe de Hohenlohe) o Friedrich Schatz en la Serranía de Ronda, sin olvidar a Ángel Anocíbar en Abadía Retuerta, se ha ido especializando la comercialización de monovarietales de esta uva procedente de Burdeos.
La posterior salida de marcas comerciales como Casa de la Ermita, en Jumilla, o Arrayán, en Méntrida, sin olvidar los proyectos paralelos de Juan Manuel Vetas, han ido confirmando el éxito de adaptación de esta uva en nuestros suelos y climas.
El proyecto de Pago del Vicario, propiedad de Antonio e Ignacio Barco, se gestó en el año 2000 con la construcción de la bodega, situada a 9 kilómetros de Ciudad Real, aunque su funcionamiento no se inició hasta el año 2005.
La Petit Verdot para este vino procedía del pago El Sedano, de 3,5 hectáreas, plantado el año 2000 y se vinificó con una breve maceración pelicular, prensado posterior, fermentando en depósitos de acero inoxidable, a temperatura controlada (14º). Permaneció en depósito, sobre las lías de fermentación durante un periodo de 2 meses, embotellándose en la última decena de diciembre 2005, estabilizado por frío y filtrado. La encargada del proceso fue la enóloga Susana López Mendiondo, conocida por su trabajo en la bodega gironina de Mas Gil (Clos d’Agon).
En cata se muestra un rosado sorprendente, más subido en visual, con un precioso rojo cereza, casi picota, brillante y limpio, con una capa media y buena densidad. En nariz destaca por su frescura sobretodo denotado por aromas de menta fresca y balsámicos, con la fruta roja muy madura, casi alcohólica, similar al cassís y ligeras notas de anisados. No se hace pesada, ni es excesivamente golosa. En boca buena densidad, algo goloso, pero equilibrado, con bastante frescura, gracias a una correcta acidez. Un rosado singular y diferente. 85 PF
Creo que es fácil de encontrar, pese a “sólo” producirse 15000 botellas en el 2005, pero mi botella salió del Celler de la Ribera, cerca del Mercado de la Llibertad, en Gràcia (Barcelona), a unos 6,40 euros. Buena compra para acompañar a un buen plato de pasta o incluso, carne de ave.
Apreciado amigo, descubro hoy tu cuaderno de bitácora de énofilo (más que enotarado, que algún matiz peyorativo tiene, me permito llamarte así), gracias a un amigo, justo al día siguiente de haber dado yo mi primer paso,también en este mundo impresionante, que nos permite compartir gustos y conocimientos sin conocernos. Aprecio, por lo leído hasta ahora, mucho tus comentarios enófilos y los vinos por lo que has transitado. Y agradezco especialmente que me descubras (algo había leído de él porque la bodega es bien conocida de los que amamos el vino) este rosado de petit verdot. Soy de los pocos, creo, que aprecia de veras los rosados, cuando están elaborados con honestidad y cuando ponen en la copa los valores del varietal en la época en que se tiene que consumir estos vinos: durante el año siguiente al de la fecha de envasado (a no ser que tengan algo de madera, que rosados hay que han pasado por ella: el Castillo de Monjardín, por ejemplo). Y creo, además, que no tengo en la cabeza ningún otro rosado de petit verdot, monovarietal, según reza la etiqueta. El Marqués, como bien apuntas, es visionario, y quienes trabajan con él (más que para él, porque él está a pie de viña casi a diario), han realizado un petit verdot, el del Dominio de Valdepusa, de ensueño. Es cierto que esta uva suele ser usada como complemento a cupajes dominados por otras uvas (garnacha, cariñena), pero un monovarietal suyo es algo que impacta de veras, la primeravez que acercas a él tu nariz. Vaya, que un buen rosado, servido a la temperatura adecuada y con un adecuado maridaje de platos, proporciona soberbios momentos de placer y alegría, al cuerpo y al espíritu!
ResponderEliminarGracias, pues, por los consejos y gracias a mi, por ahora, anónimo amigo que me ha puesto en la pista de tu cuaderno de notas. Seguiremos, sin duda.
Benvingut Joan
ResponderEliminarMe puedes llamar tranquilamente Víctor. El apelativo “enotarado” viene motivado por ese componente, algo irracional y espontáneo que nos induce a esta pasión, sin querer ser peyorativo.
No te voy a mentir, no soy consumidor habitual de rosados, no pruebo demasiados durante el año, pero si que los aprecio, ya que suelen ser vinos frescos y juguetones, que se adaptan perfectamente a determinadas comidas. Me consta que el amigo Encantadísimo suele hacer comparativas de rosados que están en el mercado y suele recomendar los más destacados. Hay que hacerle caso.
Pero eso no quita que, dejando de lado los Champagnes Rosé, existen en el mercado una serie de rosados que rompen ese estereotipo de que el vino rosado solo se elabora para consumirse en un plazo de tiempo más bien corto.
En Bandol (Francia) elaboran unos rosados que pueden durar mucho tiempo, claro que no se busca la frescura y frutalidad de los rosados jóvenes, si no más bien una complejidad, algo oxidativa, pero muy fragante. Tuve la oportunidad de probar un Château de Pibarnon 2003 y era un vino delicioso.
Te recomiendo que te pases por este enlace de Bertrand Celce:
http://www.wineterroirs.com/2005/08/old_ross_tastin.html
En España también tenemos una bodega que elabora un rosado de similar estilo. Las hermanas López de Heredia mantienen las singulares vinificaciones de su abuelo y elaboran un rosado oxidativo muy singular y personal, con el nombre de Viña Tondonia. Estas vinificaciones hacen encarecer el precio del vino, pero no excesivamente (12 euros).
Saludos.
Bien, Víctor, es fantástico encontrar gente con conocimientos y tantas ganas de aprender y de transmitir como yo tengo.
ResponderEliminarYo sí soy buen consumidor de rosados, pero claro, cuando el tiempo y el clima acompañan, es decir YA. Creo que tienen que tener dos "condicionantes": el primero, a la vista, es el color. Tu descripción del petit verdot me ha emocionado porque habrán sabido sacarle, seguro, una extracción cromática importante (los oxidativos la habrán perdido, creo, un poco pues se buscan otras características). El segundo, claro está, incluso más que la fase en boca, es el aroma: el impacto a ciertos tipos de fruta roja, que te invitan a beber, de forma moderada, claro está! En boca es cuando suelen aparecer algunas decepciones pues no siempre nuestra mente está preparada para aceptar ese trago fácil y, muchas veces, corto, por así decir. Me gustan los rosados de merlot, en general, y los por todos conocidos de Mas Comtal y can Ràfols dels Caus, aunque últimamente el olor, más que a fruta, a sirope de la misma (grosella, sobre todo), no me viene gustanto tanto (2005, me refiero).
Seguiremos. Y gracias por la referencia de contacto francesa: la había visto en tus notas y la miraré con calma. Yo también soy un enamorado de Francia y siempre que puedo, me "escapo" hacia el norte!
Acabo de pasar, en Barcelona, por la tienda que llevan los de Torrents Carbó de Vilanova i la geltrú (vinos y cavas, con un rosado monovarietal de merlot, muy digno) y he encontrado UNA botella de "nuestro" petit verdot. Al zurrón con ella! Cuando "caiga", en el campo del honor y de la mesa de una buena pasta, espero poder añadir algún comentario a los tuyos.
ResponderEliminarTomo nota de ese rosado, Victor. Lástima, hace poco pasé por el Celler de la Ribera. Tendré que volver.
ResponderEliminarQue casualidad, ayer recibí un mail de vinus&brindis www.vinusbrindis recomendando los vinos de Pago del Pago del Vicario 50-50 Tinto Crianza : 9.75 Eur
ResponderEliminarPenta: 7.95 Eur
Rosado Petit Verdot: 5.95 Eur
Coincido con Victor en no ser un consumidor habitual de rosados pero en estas fechas empiezan a apetecer...
Recientemente he probado un Tavel rosado que me ha gustado mucho. Los champagne rosés merecen un comentario aparte....
Joan, ya nos cuentas cuando lo pruebes.
ResponderEliminarE, aprovecha y prueba el Viognier de Venta d’Aubert que también lo tienen allí. Yo aún no lo he probado, pero le tengo ganas.
Ignacio, los Champagnes Rosé merecen comentario a parte, pero avanzo que mi opinión en general es que están sobrevalorados. Un buen amigo visita tres o cuatro veces al año la Champagne, visitando sus bodegas y viñedos, trayéndose consigo un buen surtido de Champagnes de pequeño productor, incluidos sus rosés, de H. Billiot, Camille Savés, L. Aubry y un buen etc.
Con esa buena base de trabajo (jejeje), y probando también alguno de los disponibles en España (Delamotte, Billecart-Salmon, De Sousa, Egly-Ouriet, Baron-Fuenté, etc.) llegamos a la conclusión de que se trata de un vino algo sobrevalorado. Muy bien realizados, si, cada uno en su estilo, pero por el precio pagado, disfruto mucho más con los Champagnes “normales”. Es una visión algo generalista, pero poco a poco me he ido haciendo esa opinión.
Saludos.
Parece que el aumento de temperaturas y el sol preveraniego va a propiciar un buen debate y un aporte de comentarios a los rosados, la mar de interesante. He dejado el petit verdot para un momento de mayor concentración enófila y hoy, en una comida familiar, he abierto un par de botellas de una referencia para mí nueva del Somontano, Olvena. Un rosado de merlot 100%, de un color fresa madura, una lágrima interesante (13,5%) y unos nítidos aromas a grosella y a flores (violetas), muy muy merlot. Me ha gustado, aunque sin llegar a los buenos momentos de un Mas Comtal o un Ràfols dels Caus, por no moverme de los merlots rosados. No me ha gustado, en cambio, la botella (me encantan los "pequeños" detalles relacionados con el vino: las botellas es uno de ellos), que tiene unas espaldas exageradamente caídas. Tiene un pecio por debajo de los 5 euros. Con una ensalada, fría, de fusilli, queso fetta, aceitunas negras, alguna anchoa y un buen aliño, quedaba de maravilla. Dejo para otro momento el comentario sobre los rosés, aunque avanzo que yo soy amante de los cavas rosados más que de los champagnes rosés. En esto estoy muy de acuerdo con Victor: en Francia están sobrevalorados y no es, en mi opinión, por su valor enólico, sino por el glamour que les acompaña.
ResponderEliminarPues yo sí soy gran consumidor de vinos y espumosos rosados y afirmo con rotundidad que son muy placenteros.
ResponderEliminarRespecto a los espumosos rosados franceses, de lo poco que he probado me ha gustado Billecart-Salmon pero cuesta una pasta que no lo vale. El Barón Fuenté es más económico pero en mi opinión, es una castaña de vino. Muy flojo e inexpresivo. Por mucho menos dinero existen cavas rosados muchísimo más satisfactorios.
Yo estoy contigo al 100%, "Encantadísimo" y todavía no he probado un champagne rosé que tenga una equilibrada relación calida / precio. En cambio, cavas rosados, creo que los hay que sí van por ahí, sobre todo los de pinot noir y trepat: Recaredo, Codorniu, Mestres...hay muchos ahora en el mercado cavista. En cuanto a los vinos rosados, siempre he pensado que en su elaboración es muy fácil hacerlo mal o banal y muy difícil hacerlo realmente bien. Y en nuestro país, tenemos a consumados especialistas con la "mano rota" en ese menester, in primis, Joan Milà, que además, y para mi deleite, usa lemas latinos para sus vinos (yo "colecciono" lemas latinos relacionados con el mundo del vino: ya sabéis, si tenéis, me los pasáis y os estaré eternamente agradecido). Milà firma su Mas Comtal con Juvenal: uoluptates commendat rarior usus.
ResponderEliminarHabrás visto, Victor, que el crítico de El País, el omnipresente Carlos Delgado, coincidía contigo en valorar este rosado. Felicidades por tu perspicacia! Salut, Joan
ResponderEliminarhola victor.
ResponderEliminarhe de rectificarte en cuanto a que la bodega no comenzo a funcionar hasta 2005, puesto que, el 5 de mayo de 2005 fue la inauguracion oficial del complejo, a la que por cierto asisti, pero la primera cosecha que se vinifico fue 2002 con agios, y la primera añada de petit verdot rosado fue 2004, que por cierto fue bastante distinto a el que disfrutamos hoy en dia.....
solo queria realizar esa aclaracion, y espero que no cause molestia alguna.
saludos.
Muy interesante aportación Juan.
ResponderEliminarCreo que los vinos de pago del vicario estan destinados al exito se nota el trabajo bien hecho, quien quiera probar algo nuevo se los recomiendo, Agios, Monagós, Penta, 50/50, Petit verdot rosado realmente un vino diferente
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