Vamos con las grandezas de Jerez, zona mítica productora de vino, que en los últimos años ha pasado y pasa por claroscuros más o menos intensos, ya sea en lo comercial, con éxitos de venta como los vinos de vejez reconocida (VOS y VORS), o en lo social, con cierre de bodegas en los cascos antiguos de las ciudades. Muy recomendable leer el artículo de Paco del Castillo sobre la Paradoja del Jerez, en Elmundovino, y complementarlo con las lecturas de artículos especializados, como los de Jesús Barquín y Álvaro Girón, en el mismo medio.
Aunque el vino de Jerez ha sido y continua siendo envejecido por el sistema de criaderas y Soleras, mediante el cual los vinos más viejos se rocían con los vinos más jóvenes del mismo palo que van gradualmente asimilando las caracte rísticas de los vinos más viejos, cada año la bodega seleccionaba 200 botas de unas 20000, separándolas para envejecerlas como vinos de añada. De allí salía una milésima parte que se mantenía intacta en botas de roble desde su nacimiento.
En abril de 1994 se embotelló esta primera añada, sin clarificar ni filtrar, embotellando a mano, directamente desde la bota, las 993 botellas. Posteriormente se seleccionaron los años 1964, 1966, 1967, 1969 y 1970 para ser comercializados. Tras ellos, los vinos de añada salieron como Palo Cortados. Una curiosidad, los olorosos se crían generalmente a 18º alcohólicos, aumentando su graduación con el paso de los años hasta 22. Pero volvamos a ese 1963.
En cata es diferente, personal, grande, presentando un color caoba con destellos de oro viejo brillante. Nariz fragante y armoniosa, con gran complejidad, y una potencia bien medida. La complejidad de los descriptivos abruma, pero no satura, con aromas de sacristía, madera de cedro, y delicioso praliné, salpicado por algunas notas de incienso, turba, piel de almendra y barnices. En boca es poderoso, pero a la vez elegante, con un paso algo amargo y una textura secante. Persistencia caudalosa en boca, dejando un postgusto eterno, de sensaciones tostadas.
Sinceramente, es casi imposible de localizar en España, ya que ha pasado ya más de una década desde su comercialización, y junto a su escasez, lo convierten en un verdadero vino virtual. Yo tuve la suerte de toparme con él en una tienda maravillosa (físicamente, no así su web) en Palma de Mallorca, pero me temo que ya nunca me cruce con una botella de este 1963.
Un consejo, los vinos viejos suelen generar posos y más si no han sido filtrados, como es el caso de este vino. Es recomendable dejar la botella al menos durante 24 horas en posición vertical, ya que corréis el riesgo de enturbiar el vino y que el poso os estropee la cata, ya que suele dejar un regusto amargo.
Querido Victor,
ResponderEliminarcuando uno pilla on palo cortado o un oloroso como los que describes, la experiencia sensorial tiene que ser de las que duran toda una reencarnación. Los olorosos, los palos cortados, que están en "tierra de nadie" en la cadena evolutiva de los finos, son vinos incomprendidos por lo general, poco bebidos y menos ensalzados. Yo soy ferviente defensor suyo y me ha encantado leer esta nota tan precisa y detallada.
Joan
Gracias Joan por tus amables palabras. El vino de Jerez en general es un incomprendido, y su verdadero rey, el amontillado, aún más. Una lástima, pero parece que es un mundo en decadencia y el último síntoma de la gravedad del enfermo es la venta de la bodega de Argüeso a la inmoviliaria. Avisur. No sé si es el principio del fin de la más profunda de las Manzanillas, la San León.
ResponderEliminarSí, coincido contigo que es un auténtico desastre lo que está pasando con los vinos de Jérez, Córdiba-Montilla y de Sanlucar. Una auténtica paradoja la llamaría yo, pues ahora, que es cuando mejor se están haciendo las cosas, ahora que es cuando más y mejores vinos de todo tipo salen en esa zona, ahora precisamente, el consumidor español sobre todo (al margen, claro está, de las "islas" de las ferias: pero ahí lo que se consume es cantidad más que calidad) más se aparta de ellos, más los desconoce. Nunca se dará, en mi opinión, en una zona y en un tipo de vinos tan especial como éstos, una circunstancia tan especial de altísima calidad de vinos a unos precios tan razonables. Y, a pesar de todo, las cosas les van como les van. Una pena, lo dicho. Pero nosotros ¡no desfallezcamos y sigamos bebiendo, recomendando a las amistades y glosando las bondades de estos vinos y de la tierra y las personas que los hacen crecer!.
ResponderEliminarSoy muy poco versado en el mundo de los vinos de Jerez pero hace poco a través de un amigo pude adquirir algunas botellas de Solera India de Osborne. Las sensaciones que describes son muy parecidas a las que siento cuando las voy degustando.
ResponderEliminarNo vull entrar on no em demanen, però espero i desitjo que aquest silenci sigui cojuntural i no estructural. Salutacions molt cordials! Joan
ResponderEliminarHola Joan, gràcies per preocuparte, pero es trata d’una situació puntual, on s’han ajuntat una serie de circunstàncies (tall de conexió ADSL, estic en plens exàmens de fi de carrera i per rematar els 3 últims vins que he obert m’han sortit defectuosos (amb TCA, Brett i madeirització). Pero segurament, en breu, tornaré a escriure.
ResponderEliminarSento no poder llegir els vostres blogs, pero ja em possaré les piles.
Salut.
Fantàstic que els "problemes" siguin aquests: tot arribarà, doncs! Ben trobat!
ResponderEliminarJoan
Tengo botellas de añadas de gonzalez byass de todos los años, si son bien pagadas, escucho ofertas.
ResponderEliminarSi os interesa, pongan vuestro correo.
victor:
ResponderEliminartengo añada 1963 de gonzalez byasss, estoy a la espera de compradores.
Yo tengo una botella y estoy deseando abrirla!!!!! Este año cumplo 50. Creo que será un gran momento!!!
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