Mesnilada informal con sorpresas incluidas

Sea este artículo, relatado de forma más informal de lo habitual y con cierto punto de divertimento, un reflejo del encuentro enochalado vivido, en pro del estudio pormenorizado de una temática compleja (¡Uf, empezamos mal!). 

En buen propósito de amancebarnos hasta la saciedad, montamos unos cuantos colegas una cata mini temática, dónde la idea a perseguir era la de la búsqueda del terroir de Le Mesnil-sur-Oger, el más grande entre los más grandes pueblecitos de la Côte des Blancs champañesa.

Para ello intentamos reunir el máximo número de cuvées elaboradas específicamente con uvas del pueblo, pero el asunto no resultó sencillo, ya que hay pocas disponibles en el mercado español, aunque claro, comparativamente hablando hemos pasado del desierto absoluto a tener una buena gama de pequeños productores, que vienen a compensar el absoluto dominio de las grandes casas que vivíamos antaño. Productores como Guy Charlemagne (con su Mesnilesimé), Turgy o Gonet quedaron fuera por imposibilidad de encontrar botellas en el tiempo estipulado, o como la cooperativa Nicolas Feuillatte, que también elabora una cuvée del pueblo.

¿El lugar elegido para tal evento? Los bajos de la Teca (Para que cambiar, si Eva y su equipo nos tratan siempre tan bien), ¿y los vinos probados? Pues estos:


Cuvée Pierre Moncuit-Delos Reserve BdB GC de Champagne Pierre Moncuit:

Seguramente tenga cierto tiempo de degüelle, lo que lo convirtió en un NV muy agradable, tanto en nariz como en boca. Las notas de autólisis se unían perfectamente al conjunto mandarinoso y el carbónico estaba cremosamente integrado. Los 25 euros de PVP que cuesta lo convierte en uno de los más interesantes básicos que he probado últimamente.

Cuvée Nicole Moncuit Vieille Vigne BdB GC 1998 de Champagne Pierre Moncuit:

También comprado en L’Excellence, y con bastante recorrido, se ha comportado magníficamente. Profundo y mineral en nariz, bien acompañado por notas cítricas y de piel de naranja. En boca un cremosidad algo más abrupta y un nivel de acidez para dejar las botellas que se tenga un par de años más mínimo.

Cuvée Spéciale BdB GC 1998 de Champagne de Pierre Peters:

Lastimosamente, la botella en cuestión no se mostró tan plenamente como en anteriores ocasiones, ya que parecía afectada por un efecto reductor del ambiente de la botella. No me hubiera importado jarrear la botella, ya que con el aire, fueron apareciendo los aromas de mandarinas y fondo calizo tan típicos en la Cuvée Spéciale de François Peters. En boca sigue mostrando un nervio espectacular.

Clos Cazals d'Oger BdB GC 1998 de Champagne Claude Cazals:

Un error de bulto en nuestra selección. Si un productor tiene su bodega localizada en Mesnil y la mayoría de sus viñedos se encuentran en dicho pueblo, su Clos Cazals será de Le Mesnil. Eso nos indicaría la lógica. Pues bien, se trata de un 100% Oger, el pueblo vecino, pero muy vecino. Y es que los Cazals, que antaño unían sus pagos de Mesnil y Ogier, decidieron vinificar por separado y elaborar este Clos específicamente. El contrapunto en todos los sentidos de la cata. Su estilo de vinificación con un carácter más oxidativo, se podría asemejar a los Champagnes de Selosse en Avize, a los Ambonnay de Egly-Ouriet o los que elabora Prévost en Geaux. Grandes similitudes con magníficos productores, no me extraña que Paco Berciano haya decidido importarlo. Aunque no hubo total consenso, en este caso.

Salon Le Mesnil BdB GC 1996:

Eliminando el mito del subconsciente, coges la copa y sólo hueles a tiza, tiza, tiza. Unos minutos después empiezan a salir notas de frutas rojas, frambuesa, grosella. La idea de este Champagne, no es ser un espumoso. Nació con la idea de ser un Borgoña y va camino de lograrlo. Sin duda, abrir ahora una botella para mí es un infanticidio, ya que por la ligereza nasal, profundísima eso si, te podrías beber una botella y no darte cuenta. En boca se mostró el más armónico de todos, pero con un esqueleto edificante. Un champagne tan complicado como sencillo. Y las bondades de la añada se notan.

Durante la cata tuvimos el placer de compartir copas con Quim Vila, gracias a quién pudimos conseguir parte de la intendencia necesaria para haberla llevado a buen puerto. Entre un buen surtido de quesos de perfecto afinamiento hemos estado departiendo un poco de todo, gastronomía, vinos, jereces (nótese la maldad) y teniendo a bien servir a ciegas un par de vinos, junto a un Porto Warre’s Vintage 1985 que habíamos escogido para el postre. 

Primero un viejo conocido y una nueva muestra del gran trabajo de los Huet. A ciegas recordaba a lo que era, un vouvray botritizado, algo añejo. Se trataba del Vouvray Le Haut Lieu Moelleux 1989 de Domaine Huet. El segundo, un pardo Pinot Gris alsaciano, también botrizado, pareciendo un S.G.N.; efectivamente, nos encontrabamos ante un PG Clos Jebsal GC SGN 1999 de Zind-Humbrecht. Gloriosos ambos, sobretodo el Vouvray de Huet, que acompaño de maravilla al ya mítico hojaldre de crema catalana que sirven en la Teca. El Porto, inicialmente muy volátil, necesito de un buen jarreo, pero también casó de maravilla con un Stilton del bosque de Nottingham. Y para rebajarnos el nivel etílico una copita del Bas Armagnac Ugli Blanc 1976 de Domaine Boingnères (familia Lafitte) que cerró una agradable sobremesa, aunque algunos sólo lo asimiláramos como espirituoso.

En conclusión, y a falta de complementar el estudio con nuevas muestras de laboratorio, podríamos pensar que el conjunto entre clima, suelos y vinificaciones propios de la comuna le otorgan un carácter propio, seguramente complejo, pero muy determinado y distintivo, mostrándose en unas muy determinadas notas organolépticas. Y sin duda, Salon es un vino que sobresale de esos parámetros comparativos.

6 comentarios :

  1. Como ya estaba informado de esta tremenda reunión he preferido no leer más que el principio de tu comentario, lleno de envidia, de la peor de las envidias :)))).
    Ala, un abrazo y enhorabuena, otra vez.
    Carlos

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  2. Ahora comprendo la dimensión de la tragedia, Víctor: pienso en lo que me impidió estar con vosotros y compartir esa comida y sobremesa alucinantes (ya sabes lo qie tenemos pendiente...). Compartí con tu tocayo e inductor de la cata unas horas agradables en Slow Vitis y su descripción del evento fue mucho más somera!!! Pena que no acabara cayendo un Clos du Mesnil de Krug, no? Así hubierais tenido una idea completa del asunto mesnilero!
    Bromas aparte, no acabo de encontrar demasiados denominadores comunes en Le Mesnil, aparte de cosas habituales de otras zonas champañeras, como las notas minerales (pizarrosas) o los cítricos, mandarinosos quizás.
    Un abrazo y bravo, de nuevo, por la aportación de Quim!
    Joan

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  3. Hombre, tampoco es cuestión de dar envidia, la cosa tenía ese sentido didáctico y simplemente es cuestión de organización y presupuesto, pero que os voy a contar. Lo que me permite ligar esto último con la presencia del Clos du Mesnil de Krug. Parece totalmente justificada la no presencia de este vino, ya que casi con lo que cuesta una botella podríamos realizar dos catas de las mismas características. Además el estilo del Krug si que sería un excesivo contrapunto con el resto de los vinos.

    Respecto a las conclusiones de si existe o no un carácter propio dentro de los vinos que provienen de Le Mesnil, mi corto bagaje me hace pensar que si, pero todo es cuestión de seguir con la dura tarea del análisis sensorial.

    Particularmente creo que hubiese estado muy bien poner el Mesnillésime de Guy Charlemagne, del que precisamente ayer comí con su magnífico Réserve Brut, y el Roy Soleil de Philippe Gonet, para tener un mayor número de muestras, pero lastimosamente no llegaron a tiempo.

    Respecto a la intendencia y buen trato de los Vila, ¿qué añadir más? Espero que al menos él disfrutara tanto como nosotros con su presencia. También cabe destacar el buen trabajo del importador de Champagnes Pierre Peters, como bien sabéis, verdadero artífice realizador de la cata y a quién no le duelen prendas al organizar catas con eso pequeños productores que cada vez están entrando con mayor fuerza en nuestro mercado, sin tener él su comercialización, en pro del disfrute y la experimentación.

    Buen fin de semana.

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  4. Eso, que viva el importador de Pierre Peters (y su vecinita..). Pero es cierto, es una cosa que le honra, poner su vino al lado de esos monstruos en pro de la "ciencia".

    En cuanto a los vinos catados, a parte del Clos Cazals con un estilo más oxidativo (tampoco sé si por la botella o no), los Mesniles tenían una nariz muy similar, más joven la del Salon (a pesar de ser un 96), pero con esas notas que has comentado que parecen ser características de la zona. Muy bien los Moncuit. No los conocía y me gustaron.

    Y como ya se ha comentado, la hospitalidad de Quim es inigualable. Qué nariz tan compleja ese Huet del 89. Excelente tambien ese Pinot Gris de Zind-Humbrecht.

    Además, cada día me aficiono más a esos portos. Al Warre's quizás le falto tiempo para desprenderse de la volátil tan alta que tenía. Al final le salia la fruta. Y que bien combinan con el chocolate...

    En fin, que como tu dices, vivimos demasido bien...

    Un saludo,

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  5. Victor,

    Tremenda reunión. Hay que reconoceros que lleváis muy bien la pesada carga de encontrar el alma de Mesnil ;-)

    Pierre Moncuit hace algunas champañas de relación calidad-precio insuperable. Guardo especial buen recuerdo del Cuvée Millésime 1995.

    Saludos.

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  6. Andaba yo buscando como loco el 1996, pero parece que voló literalmente.

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