La Maison Verget es el negocio de Jean-Marie Guffens, un belga con un peculiar sentido del humor, pero considerado uno de los puntales de la búsqueda de la pureza y mineralidad de la Borgoña blanca. Se trata de una forma de negocio pionera, donde se busca arrendamientos de viñas a largo plazo, supervisando la viticultura, y los Guffens-Heynen vinifican el fruto de ese viñedo, lo que le permite a la bodega poseer una buena cartera de pagos controlando su cualidades (estado sanitario de la fruta).
Este Chardonnay del Mâconnais procede de una parcela situada entre la Roche-Vineuse y Verzé, de suelos calcáreos, con una orientación sudeste. La vinificación se hace dividiendo el proceso en tres partes. Un tercio del vino fue vinificado en depósitos de acero inoxidable, otro tercio en grandes foudres y finalmente, el restante tercio en barricas de roble, utilizando solo un 10% de roble nuevo, criado durante 7 meses.
De visual amarillo pajizo, brillante y limpio, presenta una nariz un tanto madura para ser un 2002, con un carácter cálido, dónde predomina la piña natural, algo de flores blancas (jazmín) e hinojo, nariz de buena intensidad, con un buen fondo mineral. En boca presenta una textura cremosa, seco, de cuerpo medio, agradable, bastante fino, con la acidez equilibrada y un postgusto ligeramente amargoso y de persistencia media. 88 PF.
Muy interesante Mâcon, comprado en La Part dels Ángels, con un precio entorno a los 14 euros. Un lugar muy recomendable para los chalados de la Borgoña. Dejaos aconsejar por Julien.
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