
Recientemente el amigo
Encantadísimo nos habló sobre sus rosados favoritos
, y recordé que debía estar apunto de llegar la nueva añada de uno de los rosados más personales que he tenido la suerte de probar últimamente. Esta pequeña explotación situada en la
Turena francesa (
Touraine) es propiedad de
François Plouzeau, quien se hizo cargo de la bodega en 1985, tras los pasos de su padre
Pierre, quién había iniciado el negocio en 1973, llevando a cabo un proceso de
reestructuración e incorporando nuevas castas al viñedo.
Desde 1993, otro
biodinámico a incluir en la lista (cada día más extensa). Posee 20 hectáreas de viñedos en lo que fue una antigua propiedad de
Jean-Armand du Plessis, duque de
Richelieu cerca de
Poitou, en una colina a 130 metros de altura, con una exposición sudoeste y composición de suelos arenosos, sílex y tierras
argilo-
calcarias.
Cabernet Franc y
Cabernet Sauvignon a partes iguales, vendimiando manualmente la
Cabernet Franc, y a maquina la
Cabernet Sauvignon, prensando durante 4 horas, sin que haya maceración ni contacto con los hollejos, y finalizando el proceso,
criándose en tinas de acero inoxidable durante 4 semanas, sin que se realice la fermentación
maloláctica.
Durante la cata muestra una preciosa visual cobriza con algunos destellos asalmonados, limpio, transparente y brillante. En nariz es muy personal, armónico y con buena
frutosidad. Aires más ligeros que los del 2004, pero con buenos recuerdos de sandía, grosellas y hierbabuena, con ligeros toques de paja seca. En boca se muestra algo ligero, correctamente goloso, con unas puntas alcohólicas aún por afinar, sin estridencias y con un final muy agradable,ligeramente amargo, recuerdo de mandarina. 85
PF.
Los vinos de
Domaine de la
Garrelière se pueden encontrar en
Lavinia y este rosado costó 6,50 euros.