Si existe un vino mítico entre los vinos alsacianos, este es sin duda Clos Sainte Hune, riesling que elabora la Maison Trimbach en Hunawihr, cuya expresión de pureza y placer es digna de las mejores copas.
Personalmente, con ganas de fotografiar los grandes viñedos del planeta, cámara en mano, he intentado pisar sobre el terreno algunos de los más hermosos parajes donde crecen las mejores uvas. Y fue durante un viaje por el Palatinado, Borgoña y Jura, que decidí hacer una breve escapada al alto Rhin y pasearme por los viñedos de este delicioso pueblo de Alsacia.
Al acercarme por la carretera se empezó a distinguir la silueta de la iglesia fortificada de Saint-Jacques-le-Majeur rodeada de frondosos viñedos, tan familiar para los enófilos por culpa de la bucólica etiqueta de los Trimbach, y sentí la emoción de descubrir tan bella visión.
A una prudencial distancia paré el coche, poniendo el pie sobre el viñedo y empecé a disparar con la cámara. La tarde era estupenda, con ciertas nubes pero con una luz fantástica. Realicé una buena serie de fotografías con diferentes planos y, aprovechando las diferentes focales, di un agradable paseo entre las viñas y por las calles del pueblo. Pasada una hora, me volví a poner en ruta, ya que el tiempo apremiaba y quedaba bastante carretera por recorrer. Aunque ya se intuía, no sería hasta llegar a casa que comprobaría que las tomas habían sido fantásticas.
Pasado un tiempo, a través de una red social y tras etiquetar en una foto a la bodega y a una de sus propietarias, Anne Trimbach, ella muy gentilmente me comentó que, a pesar de tratarse de una fotografía muy hermosa, los viñedos retratados no eran los del Clos, ni siquiera del Grand Cru Rosacker. Por lo que me explicó, en la etiqueta del vino está dibujada la iglesia con los viñedos a sus pies porqué en su cripta reposan los restos de Santa Hune, santa que da nombre al Clos y a la vez oriunda de Hunawirh.
Resulta que las 1,67 hectáreas del Clos, pertenecientes a la familia Trimbach desde hace más de 200 años, se sitúan en la parte central de Rosacker, encontrándose éste al norte del pueblo. Así que, ya sabéis, en la etiqueta del Clos Sainte Hune, una de las más icónicas etiquetas del mundo del vino, las viñas que aparecen dibujadas no pertenecen al Clos.
El caso es que, tras darme cuenta de mi error y aprovechando que quería retirar todas mis fotos de mi cuenta de Flickr, ya cerrada definitivamente, eliminé el álbum de la visita a Hunawirh. Lo curioso es que, tras la eliminación, al hacer una búsqueda en Google imágenes de "Clos Sainte Hune" aún aparecen algunas de mis fotos, robadas sin ningún pudor, con la delatora marca de agua y cayendo en mi mismo error inicial. Pequeñas ironías provocadas por la ignorancia y la cara dura.
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