Si nos adentramos en la Champagne, uno de los pequeños elaboradores más reputados y a la vez con mayor fama de excéntrico es Francis Egly, propietario de Egly-Ouriet. Fama, por lo que me comentan unos amigos que le visitaron que dista bastante de la realidad. Se trata de un hombre que vive por y para la vid, capaz de dejar colgado a un importador por la existencia de un problema en el viñedo. Sus vinos son reflejo de su personalidad.
El Egly-Ouriet Rosé (degüelle de septiembre del 2005), presenta un precioso color rojizo cobrizo, con un carácter oxidativo marca de la casa, límite en el que siempre se mueven los vinos de Francis Egly. Buena profundidad en nariz, sabroso y maduro, donde se unen bien las notas de bollería fina con la fruta roja. En boca otra muestra de cremosidad, donde el carbónico deja una sensación de mousse muy agradable. El postgusto amargo denota esos 39 mois de elaboración.
De los Champagne Rosé más personales y hedonísticos que me echado al coleto, pero estamos en lo de siempre. Cara a cara con sus hermanos amarillos, los Rosé presentan peor relación de calidad por perras soltadas (Este costó 32 euros en una conocida tienda de Barcelona, L'Excellence.) 91 PF
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