Visitando Álvaro Palacios

Es impresionante conocer de dónde nacen los grandes vinos, el paisaje que los influye, la climatología que los moldea y la mano del hombre que los interpreta. Muy recientemente pude apreciar la magnitud de esta ecuación visitando Gratallops junto a unos amigos, acompañados por Oriol Castells (el tercer hombre de la bodega) y saludar a Joan Asens y al propio Álvaro.

Habíamos quedado a las tres de la tarde frente a la nueva bodega, obra de Jesús Manzanares, coqueta, aséptica y práctica, con casi todos los sistemas de conducción empleados por gravedad, vamos, la envidia de cualquier técnico, aunque antes de profundizar en las instalaciones debíamos descubrir el paisaje, el viñedo, las raíces.

25 hectáreas de viticultura sensata (más un indeterminado número de hectáreas controladas destinadas a Les Terrasses) abocadas a la biodinámica, con un equipo de trabajo en viña extensísimo, incluyendo unos cuantos caballos y mulas que aran los empinados costers. Una primera parada en la ladera dedicada al que será el nuevo vino de la bodega, un vino comunal llamado Gratallops. De allí se saca un mayoritario porcentaje de Garnacha, Cariñena y el resto, Cabernet, Syrah y algo de Merlot de edad relativamente joven para este nuevo concepto de vino que las bodegas de la zona han decidido vinificar, a imagen de los villages borgoñones. Una orientación entre sureste y este, dónde la garbinada golpea con fuerza su parte superior y permite una óptima ventilación.

Cogemos el 4x4, por un camino abrupto y nos adentramos en la Finca Dofí, dónde vuelve la Garnacha, la Cariñena y la Cabernet. Hermosas hileras de viña crecen rompiendo los terrenos calcáreos bañados en la licorella, con una soleada orientación sureste. Entre los viñedos aparecen olivos, almendros y pinares.

Volvemos dirección Gratallops, atravesando el pueblo, y tras dejar a la izquierda la moderna e impactante bodega de Mas Igneus, nos asomamos a una carretera imposible, dónde la pendiente gana inclinación. Estamos yendo hacia la Ermita de Nostra Senyora de la Consolació. El coche frena y nos deja en una curva. Tras ella se adivina un impresionante paisaje.

Aquí la licorella se muestra más abrupta, más salvaje, más fragmentada, con la perspectiva del Montsant en frente, sierra de noble belleza. La viña, mayoritariamente empapada de vieja Garnacha, hasta el punto de que a partir del año 2006 L'Ermita se vinificará en exclusiva con esta garnacha, dejando la vieja Cariñena y la Cabernet de la parte inferior para otros menesteres. La viña se muestra dura, de pendiente imposible, difícil, extremadamente bella. Un paisaje que engancharía incluso al mayor de los abstemios. Arrendada a Álvaro Palacios por su anterior propietario, esta fue adquirida en el año 1994.

Después del espectáculo, más. Volvemos a la bodega, dónde en el lagar se está acogiendo la tumultuosa de la cosecha 2008; por lo que nos explican, una añada muy prometedora, con perfiles muy estimulantes. Aquí las tinas de fermentación de acero inoxidable y madera, se combinan con 8 depósitos de cemento de diferentes tamaños. Oriol nos comenta que cada vez está ganando mayor relevancia este tipo de sistema de fermentación, empleado de forma masiva antaño y que perdió su uso en favor del inox. Una bodega en plenas faenas, dónde los sistemas de conducción aprovechan el CO2 resultante para emplearlos en otros menesteres necesarios. Tras varias explicaciones técnicas bajamos a la preciosa sala de barricas, bóveda creada a imagen del interior de media barrica. Nobles maderas, con un punto de tostado ajustado para no marcar en exceso, intentando emplear según se requiera maderas de segundo y tercer año. Aquí se está criando la cosecha 2007. Un detalle, algunas barricas presentan una inclinación que hace que su tapón esté a unos 45º de su vértice horizontal. El motivo, emplean tapones de madera, por lo que necesitan el contacto del vino con su superficie para mantenerse húmedo y hermético. Pese a que emplean la silicona, consideran que la madera es un elemento más natural con el que trabajar.


Tras ascender a la sala de catas, disfrutando de una elocuente imagen de Gratallops, con el sol yéndose a nuestra espalda e iluminando con una maravillosa luz las montañas, nos dieron a probar los vinos del 2006:

Finca Dofí 2006:

Algo marcado por la barrica, con los tostados y los balsámicos mostrándose en primer plano, la fruta resulta algo enmascarada y la mineralidad aún no se percibe integrada. Falta reposo en botella para ensamblar, pero en boca muestra una estructura y una redondez deliciosa, no percibiéndose precisamente deslazado, todo lo contrario, equilibrado y largo. Le penaliza su juventud en nariz, pero su boca le presagia muy buena vida.

L'Ermita 2006:

El ensamblaje final resultó ser en exclusiva de la vieja Garnacha de la finca, y pese a mostrar una tonalidad jovial, parece que su carácter nos remite a las más perfumadas y florales Garnachas. La crianza se nota lógicamente presente, con miras a una larga guarda, mostrando la fruta roja algo por debajo, pero el sello de la casa se aprecia en boca, dónde su seña es la sedosidad y elegancia del tanino, de lo más logrado de la zona. Un tinto monumental, al que la botella hará ganar en profundidad.

Gratallops 2007:

El nuevo vino de pueblo, con la idea de vinificar un reflejo del carácter del pueblo, a mi parecer se logra, dejando de lado el estilo más elegante de la bodega, y percibiendo un carácter más salvaje y rústico, abrupto cómo los paisajes de la comarca, pero no mancado de calidad y bondades. Una muy buena línea intermedia entre Les Terrasses y el Finca Dofí.

Llegados hasta aquí, habiéndose hecho tarde y la noche ganando terreno, nos despedimos y tras agradecer el esfuerzo por parte de la bodega, cogimos el camino de regreso hacia Barcelona, con la luna como única compañía. Espero que el año 2009 traiga consigo tan buenas experiencias cómo acabamos el 2008. A la espera de que haya sido de vuestro agrado este relato, no dejéis de disfrutar en cada momento de este apasionante mundo del vino (y nos lo contéis).

Anexo fotográfico: Álvaro Palacios.

Postdata: Os dejo con un ilustrativo reportaje sobre la segunda edición del Tast amb Llops que tuvo lugar en mayo del 2008 en el mismo Gratallops y dónde se adivina el ambiente de la comarca, vital y abierta:

5 comentarios :

  1. Muy bonita entrada, Víctor. Aunque no te lo creas. nunca he tenido la oportunidad de visitar la bodega Palacios en La Ermita de Gratallops y de poder escuchar una explicación detallada y parsimoniosa, a pie de viña y de madera: siempre me he quedado con esa hermosa silueta recortada contra el horizonte viniendo de las Vilelles. Siempre he tenido la sensación de que era algo así como tener que pedir audiencia...Espero que algún día surja la oportunidad natural y espontánea. Mientras, me conformaré, como siempre, con leer detalles como los tuyos (veo que sobrino y tío andan ya con la materia caballar a tope) y, sobre todo, con probar de vez en cuando sus vinos.
    Y ¿qué mejor acompañante para pensar en los vinos de un biodinámico que la luna, Víctor? Estupenda forma de pensar en lo que viste y cataste.
    Lo mejor para ti y para tus vinos y amigos en este nuevo año!
    Joan
    PS. Por cierto, yo despaché hace un par de días otra "luna", la Lune de nuestro admirado Mark Angeli...sabrosa, sabrosa la 2006.

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  2. Joan, por desgracia en el 02 y el 06 buenos amigos visitaron la bodega y habiéndome invitado a acompañarles, por diversos motivos tuve de decir que no. Por suerte, hace bien poco se me volvió a presentar la oportunidad y esta vez sí que no se me escapó. Además, el día se mostró espectacular, medio nublado con buenas claroscuros, permitiendo unas luminosidad deliciosa, lástima que las fotografías no hagan justicia del todo. Todo ello redondeó una visita maravillosa (Por cierto, aproveché para parar en Sant Sadurní y dejar el PX).

    Hice un par de fotos de la Luna sobre la sierra, ya que era el 11 de diciembre (faltaba un día para que estuviera plena), pero lastimosamente no acabaron de salir muy bien. Además Venus y Júpiter estaban muy cerca de ella, formando una curiosa cola. Por cierto, ¿cómo andaba de residual La Lune 06?

    Salut.

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  3. Por la parte que me toca, gracias por el detalle de la botella de PX. Tendrán un par de dulces de impacto, entre el Vigna del Volta y el PX de nuestros amigos!
    Residual en La Lune 2006, pues algo se notaba, entre acetaldehído y mieles, pero se abre rápido y no te transcribo mis notas, pero el vino se disfrutó enormemente. Me dio gran satifacción, además, porque lo ofrecí en una mesa donde nadie sabía quién era Angeli, y encantó. Mi error es que antes quise ofrecer el aligoté de los De Moor y salió algo trasquilado el pobre en la comparación.
    ¡Esperaré mi ocasión para Palacios!
    Joan

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  4. Victor
    Muito interessante e empolgante. Palacios é um dos mais dedicados e competentes produtores. Tu és feliz por viver na Espanha. Parabéns pela visita e pelo post

    Paulo

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